Columnistas

Formar en liderazgo a los altos cargos

¿Qué es mejor para una cooperativa? ¿Contratar a un externo con mayor experiencia, conocimiento y la capacidad de romper paradigmas? ¿O se asciende a alguien interno de la cooperativa que ha ocupado diversos puestos?

Conozco varias cooperativas e incluso federaciones y confederaciones que han pasado por esta situación. Llegó el momento de reemplazar a una persona que ocupa un cargo alto en la cooperativa y es necesario decidir quién ocupará el puesto. ¿Se contrata a un externo con mayor experiencia, conocimiento y la capacidad de romper paradigmas? ¿O se asciende a alguien interno de la cooperativa que ha ocupado diversos puestos?

Ambas posibilidades tienen sus propias ventajas y desventajas, y, al final, la decisión dependerá de la coyuntura particular de la cooperativa, además de otros aspectos que implican la formación de líderes, no sólo la formación de jefes.

Una cooperativa exitosa es aquella que en todas las áreas tiene jefes con conocimiento, capacidad y responsabilidad para desempeñar el puesto. Sin embargo, ser jefe no es suficiente; es necesario contar con buenos líderes. Ésta es una de las claves para las cooperativas, ya que tienen un papel fundamental en la toma de decisiones acertadas que la impulsan. Además, son parte fundamental para fomentar el trabajo en equipo y generar compromisos, ya que su figura favorece que el ambiente y la cultura de la cooperativa sean estables y agradables. En definitiva, la cooperativa necesita jefes que sean líderes o líderes que sean jefes, lo que no es lo mismo, pero es igual.

Es por esto que resulta verdaderamente importante que las cooperativas inviertan mucho esfuerzo en formar a sus altos cargos en liderazgo, ya que no siempre ser jefe o tener una jefatura, gerencia o dirección significan ser un buen líder. Así, además de invertir en el crecimiento personal y profesional de las personas, se aporta un valor diferencial como cooperativa, lo que facilita la generación de valor para los socios.

Prácticamente en todas las cooperativas se ha tenido capacitación en materia de liderazgo y, como verdad que todos conocemos, existen varios tipos de liderazgo. Sin embargo, hay aspectos comunes en todos ellos que resultan necesarios para que una persona se convierta en un gran líder.

Reconocer los puntos débiles

Este punto parece fácil de lograr. Sin embargo, es mucho más complicado superarlo, debido a la ceguera de taller que pueda existir, o bien a una falsa definición del cooperativismo, o egocentrismo institucional.

Saber en qué aspectos se es eficiente y en cuáles se debe poner más atención es la clave para poder gestionar un equipo. Conocer las cualidades y las áreas de mejora propias y del resto de colaboradores es esencial para poder fijar objetivos y organizar las tareas de cada área de la forma más eficaz.

Tener la capacidad de priorizar, administrar proyectos y saber delegar es lo que facilita a la alta dirección disponer del tiempo suficiente para poder ejercer sus funciones y desarrollar estrategias con el objetivo de llevar a cabo el trabajo de la forma más eficaz.

Como comentario adicional que he encontrado en varias cooperativas, el concepto de alta dirección no implica una situación de estatus o un término elitista al que las cooperativas, por “su filosofía”, no deben utilizar. Alta dirección implica la posición organizacional que se ocupa en la cooperativa y es un concepto de carácter estratégico.

Fidelización del equipo

Para un jefe, lo importante es que su área sea eficaz (es decir que logre los objetivos establecidos). En tanto, para un líder, el principal objetivo debe ser hacer crecer a su equipo e incrementar el nivel de eficiencia.

Partiendo de esta aseveración, es necesario que gestione de forma eficiente el talento de cada uno de los miembros y seleccione a los diferentes perfiles de manera efectiva, con el fin de beneficiar a todo el equipo.

Comunicación empática

Generar una comunicación abierta y empática hacia los demás hace que estos se sientan escuchados y respetados. Cuando un equipo se siente valorado, los resultados son mejores, y el compromiso hacia el líder y hacia el proyecto aumenta. En muchas cooperativas, cada jefe tiene su propio estilo. Y, si bien eso es natural, es importante generar un estilo institucional, lo cual tiene que ver con la aplicación de los valores establecidos para la cooperativa, lo que para muchas cooperativas es sólo un documento que se llena de polvo en algún escritorio.

Pensamiento estratégico

Ser estratégicos y tener una visión global es un requisito indispensable para un líder. Esto incluye tener la capacidad de guiar a la cooperativa con una visión clara, pero siempre de forma ágil y eficaz a la hora de saber responder a los cambios que puedan darse y a los factores externos que no se pueden prever.

En definitiva, aunque los líderes evolucionen a la vez que lo hace el resto del mundo, sus cualidades comunes persisten a lo largo del tiempo y son las que los diferencian de los demás. Por esa razón es prioritario para las cooperativas de hoy en día ayudar a sus colaboradores, especialmente a quienes ocupan cargos altos en la estructura organizacional, a formarse en estos aspectos y que consigan ser unos verdaderos líderes para sus equipos, consiguiendo mejores resultados, no sólo para la cooperativa, sino también para su desarrollo personal, de tal manera que la cooperativa genere valor para sus socios.

Consejo de Administración.

Cooperativa de Trabajo La Posta del Noroeste Limitada.