“Extraño mucho a mi hijo”

CATORCE AÑOS SIN “MAXI”. Aurelia Lucas, la mamá de Maximiliano Bonetti, recordó a su hijo en una fecha que se ha vuelto inolvidable para la comunidad de Lincoln.

Se cumplieron catorce años de la aparición sin vida del joven Maximiliano Bonetti y el pedido de justicia vuelve a reiterarse.

En conversación con La Posta, Aurelia Lucas, la mamá del joven linqueño, les agradeció a todas las personas que siempre lo recuerdan y manifestó que la llegada de esta fecha “es sumamente dolorosa”.

“Lo recordé con mi círculo íntimo, en privado. Cada aniversario siento un vacío total. Extraño a mi hijo, pero tengo que seguir. La verdad es que es terrible, y estas fechas son muy dolorosas”, expresó.

El 23 de abril pasado, cuando se había cumplido el aniversario de la desaparición de “Maxi”, Aurelia había dicho: “Estoy como el primer día. Lo que yo persigo es que el asesinato de mi hijo no quede impune y que alguna vez se pueda encontrar a los asesinos. Quizás me muera y nunca llegue a saber quién mató a mi hijo”.

“La Justicia Divina es la única que nos rige y nos marca. El o los que hicieron esto no duermen tranquilos, y mi lema sigue siendo ‘Prohibido olvidar’. ‘Maxi’ está en todos los chicos, en el aire, en el cielo y en la luz. Recordar lo que viví con él me hace mal. Son catorce años de no saber nada. Al no tener poder adquisitivo, no tengo acceso a un abogado, pero tengo dignidad. Ojalá no le pase a nadie lo que le pasó a mi hijo”, había señalado Aurelia.

“Cuando la gente lo recuerda, hace que su memoria siga viva, porque él va a estar vivo en todos los corazones de los niños. ‘Maxi’ quería mucho a los chicos y a los animales. Él era solidario y generoso, no le hacía mal a nadie. No hay perdón para los asesinos. Ojalá los pueda encontrar para que se pudran en la cárcel”, había apuntado.

“Maxi” tenía 22 años el día en que había desaparecido, el 23 de abril del 2007. Había salido de su casa alrededor de las 16:00 horas, en su bicicleta, pero nunca había regresado. El lunes 6 de agosto de aquel mismo año, su cuerpo había sido encontrado, sin vida, en una laguna ubicada en inmediaciones de la Ruta Nacional Nº 188, sobre su kilómetro 230. En el sitio también había sido hallada su bicicleta.