Policiales

Aseguran que existe un alto porcentaje de desobediencia de las decisiones de los jueces

DECLARACIONES. “El desacato es el principal problema”, lamentó Carolina Rossi, la secretaria de la Fiscalía General del Departamento Judicial de Junín.

La violencia intrafamiliar es un tema a seguir desde cerca, no sólo desde lo estadístico, sino también para generar conciencia y modificar patrones de conducta que sean sostenibles en el tiempo. Una denuncia a tiempo abre la posibilidad de cambiar la vida de las personas que se encuentran en esa situación.

Actualmente, instituciones de distinta índole cumplen los roles de observar y avisar sobre la temática en cuestión.

En enero y el arranque de febrero han tenido lugar “hechos de violencia, y violencia grave, en los que trabajamos de forma conjunta con el resto de las instituciones para darles solución a los temas”, conforme reveló Carolina Rossi, la secretaria de la Fiscalía General a cargo del Área Social del Ministerio Público Fiscal.

“Este tipo de violencia en particular se produce por consecuencias multifactoriales, en las que se alerta una gran cantidad de disposiciones al respecto, pero con un gran nivel de desobediencia de las mismas. El desacato es el principal problema, el incumplimiento de las órdenes de los jueces, desafiando las disposiciones de la Justicia”, consignó.

“No hay razones que se impongan sobre otras; son los estereotipos y los patrones culturales propios, arraigados en la sociedad, sumados a la crisis económica, que colabora en el incumplimiento. Es un gran condicionamiento, que lleva, muchas veces, a retractar a la propia víctima de sus denuncias”, señaló.

En relación con la labor de la fiscalía, la entrevistada dijo: “El trabajo se torna frustrante a veces, dado que es un camino difícil para encontrar cambios que generen mejora en la calidad de vida, en las oportunidades de vida”.

En general, cada cambio que genera la acción pública conlleva una satisfacción muy grande, por el conocimiento que se logra de la víctima y también de su familia. Rossi contó que “este tipo de violencia se da en todas las clases sociales. Atraviesa todos los niveles de instrucción y económicos. Su solución comienza por lo más simple y difícil, que es hablarlo, manifestarlo, no juzgar a la víctima, sino acompañarla en el proceso”.

En cuanto a la forma en que se denuncian las situaciones de violencia, la Comisaría de la Mujer y de la Familia tiene un rol fundamental, sobre todo en situaciones repetitivas. Luego, a partir de familiares o vecinos, sobre todo cuando hay menores. Las escuelas también se han convertido en lugares de detección de focos de violencia.

Sobre la responsabilidad de los ciudadanos en las denuncias, manifestó que el llamado al 911 es importante para activar protocolos. Después se intenta contextualizar la denuncia con la declaración del vecino. “Por suerte, existen numerosas herramientas en la actualidad que nos permiten trabajar en mejorar la vida de las personas”, reconoció.

Fuente: “La Verdad”.