Vida Cotidiana
La cotidianeidad representa: la organización de tiempo, el consumo, la recreación, los vínculos, las formas de amar, de nacer, de enfermar, de morir. Se organiza de acuerdo a una dimensión simbólica, temporal y espacial. La experiencia social atiende la inmediatez, el no horizonte, atravesado por la fugacidad.
Los significados existentes en la vida cotidiana se trazan a partir de las experiencias particulares de la persona y la valoración que construya sobre sí misma. Rosanvallon plantea que es necesario cada vez más recurrir a la historia individual de los sujetos en lugar de disponer de recetas generales aplicables a todos los casos. Resulta indispensable desarrollar capacidades singulares ante situaciones que son singulares.
Parafraseando a Carballeda vemos que los contextos y los escenarios cambiantes caracterizan a nuestras sociedades y marcan nuevos interrogantes que abarcan desde lo socioeconómico hasta el sentido de la vida cotidiana de las diversas y heterogéneas tramas sociales.
Se trata de visibilizar sentidos, identidades cambiantes, vivencias que muchas veces se naturalizan, acontecimientos que se tornan habituales, que trascurren en los itinerarios de su vida y es necesario detenernos, reflexionar, cuestionar y vislumbrarlos.
Así el mundo de lo cotidiano se encuentra en un espacio-tiempo, singular, propio, heterogéneo y subjetivo. Pero este orden se consolida en la medida en que exista otre que lo ratifique, que los sostenga por medio de las palabras, del hacer, de las simbolizaciones y de los sentidos otorgados en el espacio y tiempo.
Descubrir en qué se funda la vida cotidiana y el saber cotidiano, construir desde el mundo intersubjetivo del sentido común, entre el sujeto y el contexto que tiene. Lo territorial, la pertenencia, los vínculos, capturar rasgos generales de la vida social.
Cosas que pasan en la vida cotidiana de la gente… algunos relatos:
“…Con lo que cobré de la Asignación Universal por Hijo puede festejarle el cumpleaños a mi hija…”
“…No tengo ni para darle de comer a mis hijxs…”
Una niña en una jornada… que te mire a los ojos y diga “…vos tenés cara de que puedo confiar…”
O que ella te diga “…me quemó con cigarrillo todo el cuerpo…”
Una persona que se encuentra en transición de su identidad de género exprese “…ahora soy alguien…”
Poner voz a estas representaciones, la visibilidad implica interpelación, aquello que se ve e interroga al resto de la sociedad, genera preguntas, confiere historicidad a los hechos, transformándolos en acontecimientos.
ROMINA RODRIGUEZ
Lic. en Servicio Social/Especialista en salud social y comunitaria.