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Ramiro Cañón sobre los incidentes en la final: “Este tipo de situaciones le hacen muy mal al club”

DECLARACIONES. El presidente de El Linqueño no le sacó el cuerpo a la situación vivida el domingo en la definición del torneo de la Liga. Si bien cuestionó la inacción en el operativo de seguridad, reconoció que “los primeros responsables son los hinchas que entraron a la cancha”.

El partido final del domingo entre El Linqueño y Deportivo, suspendido a los 43 minutos de segundo tiempo por invasión del terreno de juego de hinchas del elenco local, aún no tiene definición. La reunión del lunes en la Liga aún no arrojó respuestas y la situación quedó en manos del Tribunal de Penas que se reuniría mañana.

El presidente del Club Atlético El Linqueño, Ramiro Cañón, se refirió a lo sucedido y, en diálogo con La Posta Radio (FM 88.5), dijo: “El lunes por la noche hubo una reunión en la Liga, a estos casos los resuelve el Tribunal de Penas de la Liga y vamos a ver qué se decide. Son cuestiones que no dependen de los clubes, porque la seguridad se maneja con la Policía, y uno es dirigente, no policía”.

“Algunas veces tratamos de hablar con los muchachos cuando están más exaltados en los partidos, pero muchas veces, uno deposita la confianza en los operativos y trabaja para que todo salga bien. Son operativos importantes, no pasó que no había policías, porque puede pasar que calculemos mal la cantidad de gente que va a ir a la cancha, pero hace mucho que no sucede algo así, los operativos son grandes, son importantes, pero después pasan estas cosas”, manifestó.

En otro pasaje indicó: “Antes de empezar el partido me acerqué y hablé con los árbitros para que le indiquen a la policía, porque, por lo general, en las finales del año, en el segundo tiempo, pasa que los hinchas se meten a festejar con los jugadores, no lo que pasó el domingo, pero es algo que pasa. Después, que los jugadores les den la ropa, muchas veces depende de ellos, y de los hinchas también”.

Cañón contó: “Me fui amargado a mi casa por lo que pasó, en vez de festejar un campeonato. Nosotros habíamos estado el sábado hasta las 22:30 horas trabajando. Los que estamos en el club trabajamos, gestionamos, le dedicamos muchas horas de nuestros días al club, y lo lindo que tienen los clubes, la inyección anímica, es cuando ganás, es festejar, armar un asado con los que trabajaron, con los jugadores, con quienes fueron a colaborar a las cantinas, con los demás colaboradores”.

“El domingo, terminó el partido y nos mirábamos a las caras y estábamos todos amargados, estas cosas te tiran para atrás, en vez darnos un envión, de cerrar un buen año en lo deportivo, trabajando como lo venimos haciendo, son cosas que restan”, se lamentó.

En esa línea, Cañón afirmó: “Uno no puede elegir quién va a la cancha y quién no, hay leyes que hay que poner en práctica, y no sacar a quienes son socios, a quienes van con la familia, que querían ver que el equipo dé la vuelta olímpica y festejar como se festejan los campeonatos”.

“En vez de sumar energías, esto te saca las ganas de volver a trabajar, porque por unos cuantos hinchas que no respetan ni al club, porque ahora hay que arreglar los alambres, seguramente va a haber una multa hacia el club, y son las cosas que restan. Más el día a día, que es agitado, hacen repensar la posibilidad de seguir o no”, señaló Cañón.

Además, resaltó: “Uno trata de proyectar y de ir creciendo en lo deportivo, que a lo mejor no se da, porque uno se prepara y después la pelota puede pegar en el palo y salir o entrar, pero tenemos que empezar a ordenar el club y que la gente empiece a entender que este tipo de situaciones le hacen muy mal, desde la parte económica y desde la parte institucional”.

Si bien Cañón cuestionó el operativo de seguridad, también puso el ojo en otros factores. “Había mucho policía. Después se dan algunas circunstancias que, analizándolo más frío, puede haber más responsables. Podemos culpar al operativo, pero la que entró fue la gente. Los primeros responsables son los hinchas de El Linqueño que entraron. Acompañados con una inacción de la Policía. Yo analizo también que el árbitro podía haber parado el partido dos minutos antes y hasta que no saliera la gente que estaba adentro de la cancha, que estaba siendo contenida por la policía, no continuar”, analizó.

En el final sostuvo que “son circunstancias que fueron sucediendo, se fue decidiendo en cuestión de segundos, y tampoco es para caerle a todo el mundo por inacción o por equivocaciones”. “Pero tenemos que pensar que no se puede entrar a una cancha, hay leyes para aplicar. Nosotros como dirigentes podemos pedir que se apliquen, pero no somos ni policías, ni jueces, ni manejamos este tipo de cuestiones”, expresó.

“Más allá del resultado del partido, hay que pensar para adelante y que este tipo de cosas no vuelvan a pasar, ni en la cancha de El Linqueño, ni en ninguna otra cancha. Uno está totalmente en contra, nosotros como comisión pensamos de esa forma. Estas cosas no pueden pasar más”, finalizó Cañón.