La Cámara Nacional Electoral explicó quiénes quedarán exceptuados de votar
DE CARA A LAS PASO. Según el protocolo diseñado por el ente, tendrán autorización legal para no sufragar quienes cumplan aislamiento, sean contactos estrechos de casos confirmados de COVID-19, constituyan un caso sospechoso o integren un grupo de riesgo.
Los ciudadanos en aislamiento por contagio confirmado de COVID-19 o quienes tengan síntomas compatibles (es decir, sean “caso sospechoso”) con esa enfermedad, al igual que aquellos que sean “contacto estrecho” de otro contagiado, estarán autorizados legalmente a no votar en las elecciones legislativas de este año.
La misma excepción se aplicará para quienes integran grupos de riesgo y, por indicación médica, deban evitar los lugares con movimiento de gente, según lo ha determinado la Cámara Nacional Electoral (CNE) en el Artículo 11 de la Acordada 83, en el que establece un “protocolo sanitario” para la celebración de los comicios en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, la CNE ha establecido que, en el caso de las personas que, pese a estar comprendidas en la justificación para no votar por alguna de las razones mencionadas vinculadas al coronavirus, quieran ejercer de todas formas su derecho a sufragar, entonces el juez electoral del Distrito que corresponda “deberá determinar el procedimiento de emisión del voto”.
Estas decisiones han sido adoptadas por la justicia electoral y regirán para las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) del 12 de septiembre y las generales del 14 de noviembre, la primera convocatoria a las urnas que en Argentina se realizará en el marco de la pandemia para elegir a 24 senadores y 127 diputados.
En este contexto, la CNE ha dispuesto que, en caso de que un ciudadano “exija ejercer su derecho al sufragio” a pesar de estar en aislamiento por contagio confirmado o sospechoso de COVID-19, el juez federal electoral del Distrito “determinará el procedimiento de emisión de voto”, para lo cual “deberá garantizar las medidas de higiene y distanciamiento adecuadas” para “garantizar la salud de las demás personas”.
Así lo estipula la Acordada Extraordinaria 83 de la Cámara Nacional Electoral, emitida el martes pasado, tras haber sido votada por el presidente Santiago Corcuera y los otros dos camaristas, Daniel Bejas y Alberto Dalla Vía. De hecho, en su Artículo 11, contiene el “Protocolo sanitario contra el COVID-19”.
En este apartado, la acordada sostiene: “Disponer que, en caso de presentarse a sufragar un elector que exhiba síntomas evidentes compatibles con COVID-19 o que por cualquier otra circunstancia conformare un caso sospechoso de COVID-19, en los términos de lo previsto por las normativas sanitarias vigentes, será informado de que se encuentra justificada su no emisión del voto y de que debe retirarse a cumplir aislamiento preventivo”.
Sin embargo, en relación a la posibilidad de que un elector contagiado de COVID-19 o sospechado de estarlo quiera sufragar de todas formas, el artículo prosigue: “En cada caso, el juez federal electoral determinará el procedimiento de emisión de voto para aquellas personas que, eventualmente, y pese a estar comprendidas” en la justificación de no votar, “exijan ejercer su derecho al sufragio”. Y, en este punto, el protocolo de la CNE subraya: “El procedimiento deberá garantizar las medidas de higiene y distanciamiento adecuadas para prevenir el contagio y preservar la salud de las demás personas”.
En cuanto a los ciudadanos que tengan un PCR positivo confirmado o síntomas compatibles con COVID-19, o quienes hayan estado en contacto estrecho con alguien cursando la enfermedad y, por lo tanto, no quieran sufragar, podrán tramitar el justificativo de no emisión del voto a través del portal web de la cámara, en la sección de infracciones al acto electoral.
Respecto de este punto, el Artículo 10 de la acordada establece que podrán hacer esa solicitud a través de Internet “quienes a la fecha de la elección estén cumpliendo protocolos de aislamiento de COVID-19 (por contagio confirmado, caso sospechoso o contacto estrecho), como así también quienes, por estar comprendidos dentro de los grupos de riesgo, tuvieran indicación médica de no concurrencia a espacios de las características de un establecimiento de votación”.
La Acordada Extraordinaria 83 se emitió después de haber realizado consultas con los ministerios de Salud y del Interior, y con los jueces electorales de las 24 Jurisdicciones del país. También se tuvieron en cuenta otros procesos electorales celebrados en la región, tras la irrupción planetaria del coronavirus.
En efecto, la CNE analizó los comicios en República Dominicana, los primeros efectuados en pandemia (celebrados el 5 de julio del 2020), al igual que los transcurridos desde entonces, que han tenido lugar en Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil.
En Argentina, los comicios estaban previstos para agosto (las Paso) y octubre (las generales), pero el presidente Alberto Fernández impulsó un acuerdo con la oposición y, entonces, se los postergó para septiembre y noviembre, lo que dará más tiempo para la vacunación masiva de la población con el esquema completo (dos dosis), sobre todo por la llegada de la variante Delta del coronavirus.
Además, la postergación del calendario electoral permitirá alejar los comicios del período de temperaturas invernales, lo que, a su vez, facilitará el uso de la ventilación cruzada en los centros de votación.
A modo de balance sobre lo ocurrido en otros países, la CNE evaluó: “En ningún caso, la experiencia ha dejado evidencia acerca de que la realización de un proceso electoral constituya -siempre que se establezcan y apliquen adecuados protocolos de prevención- un episodio que determine un pico en los índices de contagiosidad, que sitúe a los comicios por encima de otras actividades esenciales e imprescindibles de una sociedad”.