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17 años informando con el compromiso, la responsabilidad y la honestidad como banderas

ANIVERSARIO. La Posta celebra hoy otro año de vida como medio de comunicación en Lincoln. Convertido en cooperativa desde el 2007, afronta nuevos desafíos que la realidad le pone por delante. Una historia que fue posible y se sigue escribiendo gracias al esfuerzo de sus trabajadoras y trabajadores.

El 5 de julio del 2004, tres jóvenes periodistas, Carlos Blaiota, Jorge Riera y Germán López, y el diseñador gráfico Sergio Barbero iniciaron un proyecto comunicacional en Lincoln, cuyo nombre es La Posta (en aquel momento, semanal).

Fue una idea diferente de las propuestas que existían en Lincoln, con salidas los lunes y un formato descontracturado, pero con un gran rigor a la hora de tratar la información. También ofrecían una página web de noticias, algo que, a nivel local, aún no existía.

El caudal de trabajo y la demanda hicieron que, poco tiempo después, se incorporara una nueva salida, y a los lunes se les sumó una edición los jueves.

Poco tiempo faltaba para llegar a ser diario. Sin embargo, la idea siempre fue que cada paso fuera firme. Y por eso la tirada de todos los días llegó cuando estuvieron todas las condiciones dadas, con un grupo de trabajo consolidado y expectativas de expansión a nivel regional.

En el 2007, debido a la cantidad de personas que trabajaban y a la manera de administración, la coyuntura hizo que fuera necesario adoptar un sistema que se asemejara a lo que realmente ocurría en La Posta. Fue así que, después de haber recibido mucho asesoramiento, y tras haber evaluado diferentes opciones, se consensuó el ingreso al sistema asociativo. La Posta pasó a ser la Cooperativa de Trabajo La Posta del Noroeste Limitada, el primer diario cooperativo de la provincia de Buenos Aires.

Los primeros años de cooperativismo fueron de muchísimo aprendizaje e implicaron cambiar el chip tradicional de empresa por un sistema para muchos aún desconocido, pero siempre con el mismo norte: brindarles la información más completa a los linqueños.

La cooperativa creció gracias a programas de financiamiento del Estado nacional y a la decisión de los asociados y las asociadas. Adquirió un terreno y logró construir y mudarse a su propio edificio.

Más adelante vino una ampliación y se sumaron nuevas propuestas (como la radio, una nueva página web y una fuerte presencia en las redes sociales).

La Posta es lo que es gracias a todas las personas que han pasado por ella y al apoyo de la comunidad, que siempre ha respaldado sus diferentes propuestas comunicacionales. Así ha ido ganando una identidad que perdura en el tiempo.

Quien lee La Posta puede estar de acuerdo o no, pero sabe que está recibiendo información que ha sido trabajada de manera profesional, responsable y honesta.

No obstante, nada ha sido fácil. Y siempre, desde hace muchos años, la cooperativa ha tenido que luchar contra diversas realidades que han dificultado -aunque no impedido- su crecimiento.

En algún momento fueron varios años sin haber recibido pauta publicitaria municipal, con administraciones comunales que le hicieron mucho daño a la cooperativa. Fueron épocas durante las cuales ni siquiera los funcionarios le atendían el teléfono a La Posta. Y, si lo hacían, pedían no ser nombrados. Sin embargo, y a pesar de eso, lo principal siempre era llevarles la información más completa a los lectores, quienes son los verdaderos destinatarios del trabajo diario. Por eso, el pueblo de Lincoln jamás dejó de recibir las noticias que se generaban desde el Municipio.

A esas experiencias hubo que transitarlas con muchísimo esfuerzo, disputas internas y compañeros y compañeras que no la pasaron bien. Y, en algunos casos, todavía las recuerdan. Sin embargo, esas malas situaciones sirvieron para conocer a las personas y a los dirigentes políticos, a quiénes quisieron el progreso y a quiénes intentaron, durante años, ponerle un pie encima a la cooperativa.

Después vinieron los durísimos años del macrismo, que llevaron los costos de producción a valores casi inalcanzables. Pero la cooperativa se pudo mantener gracias al esfuerzo de cada trabajadora y trabajador asociados, que hasta resignaron sus propios ingresos para que La Posta siguiera funcionando.

La última etapa es la de pandemia, que todavía se está transitando. Caída de la demanda, trabajo remoto, aumento de los costos de los insumos y muchísima incertidumbre son las características principales. Otra vez fueron los asociados los que pusieron, y lo siguen haciendo para poder continuar.

En todas estas malas, el dolor más grande fueron las pérdidas por los alejamientos de talentosos y trabajadores compañeros, quienes tuvieron que buscar otros rumbos por cuestiones económicas. Desde hace más de tres años, La Posta no logra ofrecer un aumento en los retiros, y ésa es una de las deudas más grandes que tiene la actual administración.

Se viene una etapa de nuevos desafíos, vinculados a contener a los compañeros y a seguir trabajando con la libertad con la que siempre lo ha hecho La Posta. Los tiempos actuales y el futuro mediato aparecen muy difíciles, y llevar adelante la realidad de las quince personas que, a pesar de todo, no escatiman en esfuerzo para seguir desarrollando la labor periodística no será una tarea fácil.

Otra de las premisas en las que La Posta debe seguir trabajando es el cambio de paradigma en cuanto a las plataformas de información, puesto que los formatos tradicionales van perdiendo espacio ante el crecimiento de lo digital y de las redes sociales, por la competencia de la inmediatez, que muchas veces atenta contra la calidad. Eso, sumado a los costos que demanda imprimir un diario, lleva al replanteo y a la discusión permanente sobre la continuidad o no del formato en papel.

A la hora de los agradecimientos, siempre aparecen los nombres de los fundadores, Blaiota, Riera y López. Y, junto a ellos, los de todos los trabajadores que han pasado por La Posta, desde el primero hasta el último.

El reconocimiento alcanza, también, a la sociedad linqueña y a instituciones de la comunidad, que siempre han acompañado este proceso de 17 años comunicando. También, a los compañeros de Fadiccra (Federación Argentina de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina), que siempre están apoyando y aportando ideas, estrategias y experiencias que ayudan de manera fundamental en la toma de decisiones.

La Posta avanza con las banderas del compromiso, la responsabilidad y la honestidad en lo alto, y por ese camino continuará trabajando.