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Se vienen días clave para el conflicto que la empresa Arsa mantiene con sus trabajadores

EXPECTATIVA. La jornada de mañana y la del jueves serán muy importantes para los empleados de las dos plantas que actualmente se encuentran en acción de lucha, ya que se realizarán las audiencias correspondientes con los organismos de Trabajo de las provincias de Córdoba y Buenos Aires, respectivamente.

Los próximos días serán clave para los trabajadores de la empresa Arsa, una de cuyas plantas de producción se encuentra en Arenaza, quienes atraviesan momentos de gran incertidumbre ante la imposibilidad de cobrar su salario de junio y la amenaza de cierre de la fuente de trabajo por parte de la patronal.

Según ha recabado La Posta, mañana, y el jueves habrá dos reuniones muy importantes de cara al futuro y la intención de resolución del conflicto. En ese marco mañana miércoles, a las 9:00 horas, en Córdoba, se llevará a cabo una audiencia entre los representantes de los trabajadores, los de Arsa y los de la cartera de Trabajo de esa provincia, en busca de acercar las partes.

Asimismo, el jueves, a las 10:00 horas, se llevará adelante un encuentro de las mismas características, pero entre los representantes de los trabajadores de la planta de Arenaza, de la firma y de la secretaría de Trabajo de Lincoln, dependiente del ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.

La actualidad del conflicto sigue siendo muy complicada y sin avances respecto de la situación de los últimos días, aunque estas dos audiencias serán determinantes en cuanto a presentar las posiciones de cada una de las partes, con el Estado (provincial, en este caso) como mediador.

ESTADO DE SITUACIÓN. Cabe recordar que los empleados y la patronal llegaron a un acuerdo de cobrar el 50% del sueldo en los primeros días de junio y el resto, en el transcurso del mes. Sin embargo, la empresa incumplió lo pactado y los trabajadores sólo percibieron el 15% del pago.

Días atrás, el delegado del gremio Atilra, Luciano Asad, detalló el estado del conflicto. “Es una situación bastante complicada. Esto se viene dando tras hechos suscitados y repetidos sistemáticamente de incumplimiento por parte de la patronal. La empresa, hace un tiempo, les pidió a los trabajadores que acompañaran un desdoblamiento de salarios. Hubo situaciones de tensión, pero en definitiva han acompañado”, explicó.

En la misma línea señaló: “La empresa prometió que ese desdoblamiento salarial le iba a permitir reactivar y mejorar su condición financiera. Lejos de esa situación, en un nuevo incumplimiento, en el cuarto día del mes de junio tenían que pagar el 50% del salario por el compromiso que ellos habían tomado. Pero se acercaron a la planta de Arenaza y de Córdoba diversos directivos de la gerencia general de Arsa, y no sólo les manifestaron el incumplimiento de ese 50%, sino que pagaron el 15% del salario, algo que no tiene razón de ser. Ningún trabajador puede vivir con el 15% de su salario”.

“De una forma extorsiva, plantearon la necesidad de funcionar con el 50% de la dotación de forma alternativa, mediante suspensiones que implicarían el descuento de entre el 40% y el 50% de los salarios. Esto pone de manifiesto una clara intención por parte de la patronal de reducir la cantidad de trabajadores en las estructuras de las plantas de Córdoba y Arenaza”, remarcó.

Además, declaró que la empresa ataca a los empleados y no cumple la función de garantizar las leyes de trabajo. “A las soluciones las tiene la empresa. La empresa nos puso acá, y nosotros no estamos de acuerdo ni podemos permitir que los trabajadores sean los que paguen una nueva crisis de una empresa”, enfatizó. Y acotó: “Las situaciones de conflicto que se dieron en Arenaza y en la planta de Córdoba se dan siempre por una cuestión de que la empresa no cumple, ataca a los trabajadores, no garantiza la salud, no garantiza los salarios y, sobre todas las cosas, no está cumpliendo la ley en lo que corresponde. Todas las situaciones de tensión tienen un marco de reacción por parte de los trabajadores encuadrados en la lechera”.

Asimismo, el gremialista recordó que “la fábrica tiene trabajadores de Lincoln, de Arenaza y de Roberts. Son 218 familias, entre trabajadores sindicalizados y trabajadores fuera de convenio. El impacto en el Distrito del Lincoln sería gravísimo, si se cae parte de esa estructura. Pero, sobre todo, tener claro que esta administración de la empresa, desde que llegó a Arenaza, lo único que ha hecho es generarles daños a la planta, a las marcas y, sobre todo, al sistema productivo del Distrito de Lincoln”.

Actualmente, tanto la planta de Arenaza como la de Córdoba se encuentran con retención del débito laboral y a la espera de las acciones ministeriales que se darán entre mañana y el jueves.

“La realidad es que estamos muy preocupados. Hay que ocuparse, hay que estar al lado de cada uno de los compañeros, como lo hicimos siempre, poniendo el cuerpo, poniendo todo el tiempo que sea necesario para tratar de llegar a un buen puerto. Pero no la vemos fácil. Tenemos que tener en cuenta, también, que estamos en un contexto socioeconómico totalmente desfavorable para la clase trabajadora. Si miramos cualquier indicador de producción de cualquier tipo de industria, cualquier rubro, estamos en una caída semestral de más del 25%. Esto es trágico para el mercado interno del país. Y, detrás del mercado interno, están los puestos de trabajo”, finalizó Asad en declaraciones a La Posta.