Se celebrará el Día Internacional del Jazz
CULTURA. Días atrás informaron que el evento incluirá una grilla de tres jornadas de conciertos, en el marco del festival “Horacio Larumbe”, en el Ateneo Cultural “Profesor Enrique Urcola”.
El 30 de abril es el Día Internacional del Jazz y se celebrará con un maravilloso festival, denominado “Horacio Larumbe”.
En los próximos días se dará a conocer la grilla de las tres jornadas en las cuales se desarrollará este gran evento musical.
Desde la organización, y esperando con total entusiasmo este espectáculo de piano, en Facebook han expresado: “Prepárense para mover el pie a puro swing”. También han dado a conocer quién ha sido este genial pianista linqueño.
Larumbe nació el 5 de enero de 1939 en Lincoln, donde comenzó a estudiar piano clásico. Un precoz glaucoma le hizo perder la vista y a los 8 años viajó a Buenos Aires para estudiar en la escuela de ciegos, en la que, además de seguir estudiando piano, empezó a incursionar en el mundo del clarinete.
Participó en la orquesta sinfónica juvenil de la escuela, pero, a medida que fue creciendo, se inclinó cada vez más hacia las jam sessions. De día tocaba música académica y de noche se dedicaba al jazz, género del que se enamoró tempranamente.
El reconocimiento como pianista de jazz le llegó durante la primera parte de la década de 1980 gracias a sus actuaciones en el Club Jazz & Pop, en el que, además de tocar con su trío, integrado por González en el contrabajo y Junior Césari en batería, participaba de interminables jam sessions los domingos, marco en el cual los mejores músicos de la nueva generación se probaban el traje de artistas. Javier Malosetti, “Lito” Epumer, Armando Alonso y Paul Dourge participaban de esos encuentros en los que el único hombre maduro era Larumbe. No abundaban por aquellos años los pianistas, y “El Ciego” trabajaba a destajo con los jóvenes en el órgano. Se definía como el mejor organista de jazz de la Argentina porque decía: “Soy el único”.
Antes de su partida a Suecia, donde tocaría de manera estable con el baterista Albert Heath, Larumbe se convirtió en uno de los sesionistas más solicitados del país. Aparece en cientos de discos. De hecho, Sandro y “Palito” Ortega lo tuvieron en sus grabaciones.
Fue en Suecia donde se abocó al órgano. Fue un excelente intérprete de música brasileña, para la cual tenía la sensibilidad y el talento necesarios. Cuando tocaba tango, sonaba jazzístico.
Sus últimas actuaciones fueron algo espaciadas a causa de distintos problemas de salud. En 1999 hizo un ciclo en Notorious con su trío. En 2001 actuó junto con Mauricio Einhorn y Agustín Pereyra Lucena en el auditorio del “Sheraton”, en el marco del ciclo “Contemporánea Música”, y en el 2002, nuevamente en Notorious.
Falleció el 30 de septiembre de 2003 a causa de un infarto. Tenía 64 años. Ya en 1995 había sufrido un preinfarto mientras acompañaba en Oliverio al guitarrista Herb Ellis.
Con el fallecimiento de Larumbe, se perdió al último bohemio de toda una época del jazz que quizá había comenzado con otro pianista, el “Mono” Villegas.
Larumbe, más que ningún otro músico, encarnaba la quintaesencia del jazz, es decir, la improvisación. Su estilo y su forma de armonizar, siempre arriesgada, y que sorprendía a las audiencias, fueron la escuela de muchos jóvenes músicos a los que generosamente les enseñaba y asistía. Había recibido el Premio “Konex” en 1995.