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Rosana Guardia inauguró “Cobijo” en el Mubal

ARTE. La exposición puede visitarse hasta el 25 de noviembre y cuenta con la curaduría de Guillermo Marzullo. La musicalización de la apertura estuvo a cargo de Darío Cler.

El sábado por la tarde, la artista Rosana Guardia participó en la inauguración de su muestra, llamada “Cobijo”, en el Museo Municipal de Bellas Artes “Manuel Balarino” (Mubal). El evento contó con la presentación en vivo de Darío Cler.

La exhibición puede ser visitada hasta el 25 de noviembre y cuenta con la curaduría de Guillermo Marzullo.

Mediante las redes sociales de la Municipalidad de Lincoln invitan a los y las vecinas a formar parte de la muestra retomando una frase de Marzullo. “Una muestra puede pensarse como un ovillo en el que se guardan los secretos. Pero no esos que se quieren ocultar. Secretos que no pueden decirse con palabras, aquellos que habitan los miedos o el deseo más amoroso…”, había manifestado el curador.

Además, había hecho un análisis sobre la puesta en escena de “Cobijo”. “El ovillo de Rosana Guardia cobija a una niña con los brazos extendidos, sosteniendo en sus manos una madeja de lana en un movimiento ondulante y sostenido. Contiene los secretos afectivos con madre y abuelas, las mujeres de su casa”, había señalado al respecto.

También había revelado: “El tejido, práctica manual y cotidiana con la que se elaboran tramas significativas y subjetividades, narrativas recurrentes alrededor de los recuerdos y los sentimientos, construcción de la historia personal que se teje con otras tantas historias similares”. Y había destacado: “Presenta obras de textil cerámico que evidencian un hacer artesanal y años en el conocimiento del oficio, una práctica metódica en la construcción de las tramas, en el uso del color y la forma. En cada una de las piezas aparece la noción de tiempo, el realizativo que puede ser calculado en su proceso y el del pensamiento o reflexión. Armar la trama es, entonces, una conversación, un modo de devanar el mundo”.

“En este ovillo, en el cobijo, se anida y se teje la memoria, los secretos abrigan del frío y se espantan los fantasmas de la siesta”, había expresado Marzullo.