Panorama complejo para el agro: conflictos comerciales y desaceleración local
AGRO. Mientras Estados Unidos amenaza con nuevos aranceles y el clima genera incertidumbre en los cultivos, en Argentina la cosecha avanza pero el maíz no llega a los puertos y las ventas de soja se desploman.
El contexto internacional está dominado por crecientes tensiones comerciales. Estados Unidos amenazó con nuevos aranceles a la Unión Europea y México, lo que generó respuestas de represalias por parte del bloque europeo. En este marco, el gobierno norteamericano impuso recientemente un arancel a los tomates mexicanos tras la finalización de un acuerdo previo.
“El escenario internacional está particularmente sensible”, explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. “Europa ya anticipó que responderá si no hay avances en las negociaciones, y esto podría tener impacto en los flujos comerciales agrícolas.”
En paralelo, el mercado energético experimenta alta volatilidad, influenciado por posibles sanciones de EE.UU. a Rusia y una demanda china que aún se muestra incierta. No obstante, los precios del petróleo se moderaron tras una decisión del expresidente Donald Trump de conceder 50 días a Rusia para negociar.
En el plano agrícola, la expectativa de una cosecha abundante en Estados Unidos y la sólida oferta brasileña presionan los precios de la soja a la baja. Sin embargo, la buena demanda, impulsada por el uso de aceite para biocombustibles en EE.UU. y una recuperación de compras por parte de China, ofrecen cierto soporte.
“La condición de cultivos buena a excelente en EE.UU. para maíz y soja es récord para un mes de junio desde 2016”, señaló Romano. “Aunque los pronósticos de un clima más cálido y seco podrían amenazar ese panorama.”
En cuanto al trigo, la cosecha de invierno estadounidense progresa bien, mientras que el trigo de primavera muestra una condición mejor de lo esperado. También se esperan mejoras significativas en las cosechas de Francia y Alemania, aunque la trilla en Ucrania y Rusia muestra demoras.
A nivel regional, en Brasil la cosecha de maíz safrinha aún muestra retrasos, pero comienza a ganar ritmo, lo que podría sumarse a la presión regional sobre precios.
SITUACIÓN CRÍTICA. En Argentina, si bien la cosecha de soja se estima en torno a las 50 millones de toneladas, según la Bolsa de Comercio de Rosario, las ventas se desplomaron tras el 30 de junio debido a cambios en los derechos de exportación.
“Desde esa fecha, las ventas con precio prácticamente desaparecieron”, explicó Romano. En el caso del maíz, la recolección avanza con algunas demoras por lluvias en el centro-sur del país, pero el dato preocupante es la escasa llegada de mercadería a los puertos.
“Los compradores están sobrepagando el maíz para asegurarse el abastecimiento, lo que indica que gran parte del cereal sigue en manos de los productores”, señaló Romano.
En tanto, la siembra de trigo para la nueva campaña está casi concluida, y la condición del cultivo en el centro y norte del país se califica entre normal y excelente.
El panorama, tanto global como local, mantiene en alerta a los operadores agrícolas, con mercados volátiles y productores que, en Argentina, siguen expectantes frente a un contexto de alta incertidumbre económica y política.
Fuente: Cadena Nueve.