Luego de la participación en el Desafío “ECO-YPF”, llegaron las conclusiones: “Podemos estar en el puesto 20 o 25”
POSITIVO. Los directivos de la Escuela Técnica N° 1, Fabio Rillo y Sandra Ávila, analizaron todo lo ocurrido en la competencia del pasado fin de semana en Concepción del Uruguay. Más allá del resultado, valoraron el proceso y la experiencia.
El fin de semana último, el equipo de la Escuela de Educación Técnica N° 1 de Lincoln participó en el Desafío “ECO-YPF”, desarrollado en el autódromo de la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay, en cuya clasificación general final terminó en el puesto número 41 sobre 98 participantes.
Para la prueba, estudiantes y profesores habían trabajado intensamente en la construcción de un auto eléctrico de carrera, y entre el sábado y el domingo se presentaron en la competencia.
El equipo estuvo integrado por Benjamín Núñez Bernini, Evelyn Pedraza y Nicolás Cirielli Cuadro, quienes fueron los pilotos; los mecánicos Bautista Nanni, Jeremías Díaz Jaramillo y Bautista Martín; y los profesores Hugo Ganduglia y Hugo Lima. Fueron acompañados por parte del equipo directivo, compuesto por el director Fabio Rillo y la vicedirectora Sandra Ávila.
En ese marco, y ya con el balance de lo realizado sobre la mesa, Rillo y Ávila visitaron La Posta Radio (FM 88.5), y contaron cómo había sido el proceso y sus sensaciones tras la experiencia.
“Uno hace el balance el domingo, terminada la carrera, en función del número de la clasificación, y creo que nos equivocamos. Cuando uno piensa en este proyecto, que se hace con chicos que tienen 17 y 18 años, que rearmaron el auto que se había usado el año pasado, que modificaron y repararon la parte que se había dañado, como la trompa y la columna de dirección, consiguieron los fondos, hicieron la rifa, hablaron con los auspiciantes, con los promotores, se armó el viaje, consiguieron el alojamiento; obviamente uno, como parte del equipo directivo, como docente, los va acompañando. Pero al viaje lo fueron armando ellos. Organizaron la comida. Entonces, uno dice: ‘Puesto 41 de 98 autos’. Puede decirse una clasificación intermedia, que a mí me conforma muchísimo. Me puso muy contento analizando los pormenores de la competencia”, indicó Rillo.
En la misma línea agregó: “Pero, viendo todo lo que vivieron, lo que conocieron los chicos, había muchos que no habían salido de Lincoln muchas veces, mucho menos a recorrer otras provincias, encontrarse con chicos de Córdoba, de Capital, de Río Negro, de Salta… Eran 98 escuelas de diferentes puntos del país. Había, más o menos, 65 o 70 ciudades representadas en esa competencia. Entonces va más allá de ese 41”.
“La posición 41 alternó buenas y malas, ya que hubo cuatro competencias, y en una se llegó en el puesto 18, habiendo largado 72. Evelyn, en dos vueltas, pasó a 54 autos. ¡Impresionante! Emocionaba verla pasar en medio de los autos y amagaba el mejor estilo Colapinto. Evelyn Pedraza tuvo un desenvolvimiento fascinante, porque también sus compañeros le entregaron un gran auto, y así fue. Y después también salió 26 en otra competencia. Después tuvimos un 70 y un 72 (puestos) en las otras dos competencias, pero por problemas propios. Uno, porque en la final el auto tocó de costado contra otro auto, quedó frenada una rueda y eso le quitó rendimiento. Y, en la que salimos 72, que fue en el slalom, se pasó por 20 centímetros el lugar de ubicación y fue penalizado. Si no, era para estar también entre los primeros 15 o 20 puestos. Porque el auto funcionó, el equipo funcionó, y después está la alternancia de la competencia”, destacó.
A continuación, resaltó: “No me quiero olvidar de agradecerles a todos los profesores; a los preceptores que acompañaban a los chicos a comprar los repuestos, porque es lindo que ellos los vayan a comprar, porque también aprenden a entrar a un negocio, a tratar con gente, a pedir algo. El equipo de auxiliares, que nos prepararon todas las viandas; las familias… Fue muy grande el trabajo”.
A su turno, Ávila sostuvo: “Tuvimos un gran apoyo de las familias, a las cuales nosotros les tenemos que garantizar el cuidado de los chicos, llevarlos tantos kilómetros, acompañarlos, estar en todo lo posible, que ellos se sintieran cómodos, que pudieran conocer, y vieran de qué forma se participa y se trabaja. Fueron dos profesores que integraban el equipo del auto y también hubo profesores que quedaron acá, que también trabajaron mucho en el auto. Y, volviendo al tema de las familias, acompañaron, siempre estaban preguntándonos cómo estaban sus hijos, y tuvimos el apoyo de una familia que se brindó a poder transportar el auto hasta Concepción del Uruguay. Fue el padre de Bautista Nanni, que de forma desinteresada lo pudo llevar. También, el agradecimiento al Municipio, por el chofer, que se sumó al grupo como uno más. Eso es muy importante, también”.
“Fue un viaje hermosísimo, en el cual los chicos se divirtieron, compartimos momentos muy lindos, distintos de los que se comparten en la escuela. Incluso pasamos por distintos estados del clima, por lo cual pudieron disfrutar de la pileta de la que disponía la cabaña, hacer el asado. El sábado salimos con sol de las cabañas y por la tarde hubo un diluvio tremendo cuando los chicos justo estaban sobre la pista con el auto. Se empaparon todos esperando que se largara el slalom, con Evelyn arriba del auto, y fue toda una emoción, porque los acompañamos y vimos el entusiasmo que ellos pusieron para poder llevar este proyecto adelante”, añadió.
Finalmente, Rillo analizó: “Sacamos muchas conclusiones para seguir mejorando el año que viene, viendo autos que andan muy bien. Fue campeón el auto de Junín. No es casualidad; es un auto que anda muy bien, que viene trabajado desde hace diez años. De nuestra parte, es nuestro tercer año, y el año pasado no pudimos completar la competencia, así que de completar las competencias van dos”.
“Se sacaron conclusiones con el sistema de frenos. Hay que mejorar la posición en la que tenemos que colocar las baterías, un montón de cosas que aparecen a partir de poder competir y de ver otros autos, y que el parque automotor va mejorando muchísimo. Así que el 41 dice mucho, pero también te desafía a, en la próxima, andar alrededor del 20. Va a ser muy difícil que en el 2025 podamos saltar del 41 al primero. Hay un grupo de 20 o 25 autos que practican mucho, que tienen todo el año abocado a trabajar en el auto, cosa que los nuestros no. Porque nosotros priorizamos que aprendan un montón de cosas, que sigan trabajando en un montón de proyectos y también, en paralelo a eso, poder hacer el auto. Pero sí, ese 41, el año que viene, se puede transformar tranquilamente en un puesto 20 o 25”, concluyó.