Los choques frontales en sobrepaso dejaron seis muertos durante el fin de semana en el país
INFORME. Las conductas indebidas en el manejo en rutas provocan tragedias viales que convocan a una urgente toma de conciencia colectiva.
El pasado fin de semana, dos tragedias viales en diferentes puntos del país dejaron un saldo devastador de seis víctimas fatales, evidenciando una vez más la peligrosidad de maniobras impropias con altos riesgos para los ocupantes de los vehículos en circulación de su recorrido.
El domingo por la noche, en la Ruta Provincial N° 51, cerca del acceso a la localidad de Cabildo, en la provincia de Buenos Aires, tres personas de 28, 62 y 71 años perdieron la vida en un brutal choque frontal entre un Toyota Etios y un Ford Fiesta. El impacto fue tan violento, que las víctimas no pudieron sobrevivir, y la tragedia conmocionó a toda la comunidad.
Al mismo tiempo, a cientos de kilómetros de distancia, en la ruta 12, cerca de la localidad entrerriana de General Ramírez, otro siniestro de características similares se cobró la vida de tres personas más y dejó a dos menores gravemente heridos. En este caso, el accidente ocurrió por la madrugada, cuando un Toyota Corolla y un Mercedes Benz colisionaron de manera frontal. La violencia del choque fue tal, que, como en el caso anterior, no hubo supervivientes entre las personas adultas involucradas, aunque los menores fueron rápidamente asistidos por equipos médicos.
Estos dos accidentes fueron sólo una muestra de la alarmante cantidad de siniestros viales que ocurren a diario en las rutas argentinas, en los cuales las condiciones de circulación, la imprudencia y la falta de conciencia al volante siguen siendo factores determinantes.
En el lapso de unas pocas horas, seis personas perdieron la vida en un par de choques de características similares, lo que pone en evidencia la magnitud del problema y la necesidad de extremar precauciones. Los hechos fueron el resultado de sobrepasos, maniobras que no deben hacerse en rutas, y se ven con frecuencia.
Las autoridades locales y organizaciones de seguridad vial han señalado que este tipo de accidentes, en los que los conductores intentan adelantar sin tener la visibilidad adecuada, son especialmente comunes en rutas de doble sentido, donde los avances son una maniobra peligrosa si no se realizan con total seguridad. El exceso de velocidad, la falta de paciencia al volante y la confianza excesiva en las condiciones de visibilidad son sólo algunos de los factores que contribuyen a estos trágicos eventos.
UN RIESGO. Uno de los momentos más críticos y peligrosos en cualquier ruta es el adelantamiento. La falta de visibilidad o la excesiva confianza de los conductores al realizar estas maniobras pueden generar consecuencias fatales.
A menudo, los conductores subestiman la distancia y el tiempo que necesitan para adelantar a otro vehículo, lo que puede llevar a que se invada el carril contrario, sin tener el espacio suficiente para completar la maniobra de forma segura.
La falta de experiencia o la sobreconfianza pueden hacer que se inicie un adelantamiento cuando otro vehículo ya está cerca, lo que aumenta el riesgo de una colisión frontal.
A pesar de que las rutas están equipadas con señales y restricciones que indican cuándo está permitido adelantar, muchos conductores no las respetan y se arriesgan a realizar maniobras peligrosas en zonas con baja visibilidad, curvas o lomas.
RECOMENDACIONES. Para evitar tragedias como las ocurridas en las últimas horas, es fundamental que los conductores sigan una serie de recomendaciones a la hora de realizar un adelantamiento:
– Evaluar siempre la distancia y la visibilidad antes de adelantar. Es fundamental tener suficientes tiempo y espacio para realizar la maniobra de forma segura, evitando cualquier tipo de riesgo innecesario.
– No adelantar en curvas o lomas. En estos tramos, la visibilidad es reducida y las posibilidades de encontrarse con otro vehículo en sentido contrario son mucho mayores. Es importante respetar la señalización que indica la prohibición de adelantar.
– No confiar en las señales de otros conductores. Si bien a veces otros conductores pueden indicar que se tiene vía libre, nunca se debe iniciar un adelantamiento sin asegurarse de tener la visibilidad suficiente para juzgar la maniobra por uno mismo.
– Realizar la maniobra por la izquierda. En todos los casos, el avance debe realizarse por el lado izquierdo de la ruta y siempre debe haber suficiente espacio para regresar al carril derecho con seguridad.
– Mantener una distancia lateral amplia. Durante el avance es necesario mantener una distancia segura con el vehículo que se está adelantando para evitar cualquier tipo de contacto o accidente.
– Revisar los espejos retrovisores. Antes de realizar cualquier maniobra, siempre se debe verificar que no haya vehículos detrás que también estén realizando un avance o que no estén demasiado cerca.
– Evitar exceder la velocidad máxima permitida. Si bien es común que los conductores intenten avanzar rápidamente, nunca se debe exceder el límite de velocidad para completar la maniobra. La seguridad está por encima de la urgencia de adelantar.
– Al regresar al carril, hacerlo con precaución. Una vez completado el adelantamiento, se debe regresar al carril de circulación con la luz de giro encendida y sin hacer maniobras bruscas que puedan poner en peligro la seguridad del resto de los conductores.
CAMBIAR LA MENTALIDAD. Las tragedias ocurridas durante el pasado fin de semana sirven como un recordatorio sombrío de los riesgos que enfrentan los conductores en las rutas argentinas.
El desafío más grande es cambiar la mentalidad de muchos conductores que aún subestiman los peligros de las maniobras imprudentes o del exceso de confianza al volante.
En este sentido, la educación vial y la concientización son herramientas clave para reducir la cantidad de accidentes y de víctimas fatales. La prevención pasa por un cambio de actitud: respetar las normas de tránsito, conducir de manera responsable, evitar las maniobras riesgosas y, sobre todo, recordar que la vida de cada persona está en juego cada vez que se pone el pie sobre el acelerador.
Es necesario que tanto las autoridades como los ciudadanos trabajen de manera conjunta para promover un comportamiento más seguro al volante y, de esta forma, evitar que más familias sufran la pérdida de seres queridos debido a accidentes viales que, en muchos casos, podrían haberse evitado. Las tragedias del último fin de semana son sólo un reflejo de un problema mucho mayor que afecta a todo el país, y el compromiso de todos los conductores es ése.
Fuente: “Cadena Nueve”.