LITERARTE. Momento de lectura y reflexión
Todo cambia.
Todo.
Es una necesidad natural, hasta, incluso, saludable.
Muchas veces el cambio es reemplazo. Aunque sabemos que reemplazar una cosa por la otra no nos devuelve a la cosa que teníamos, ciertamente sabemos que hay cosas que caducan y deben ser reemplazadas por otras que nos sirven más. Pero esto aplica a las cosas que son cosas, los intercambiables.
Pero hay cosas que no son cosas. Y esas cosas no se cambian, pero sí cambian. Se transforman. No se reemplazan, se reinventan, se reconstruyen.
Mi madre solía decir que la esencia nunca cambia y yo aprendí que en esa inmutabilidad nos movemos.
Mi esencia es la misma, soy yo la que me muevo en ella.
Nosotros no somos los mismos, mejor dicho, somos los mismos, pero transformados.
En fin, en clave de tranformacion:
Todo cambia.
Todo.
O al menos debería.
Por Melisa Rodríguez.