Columnistas

LITERARTE. Momento de lectura y reflexión

Resignificar

El poder que tienen las palabras reside en su capacidad de ser nuevas cada vez… de cobrar diferentes sentidos de acuerdo a diferentes situaciones, estados de ánimo o ante cada persona que las lee. Atraviesan de formas distintas…abrazan, calan hondo.

Hoy van estas palabras que cobraron nuevo sentido para mí al releerlas, al saborearla y a reconfirmar que cando la que escribe es el alma, el mensaje perdura, es el mismo, somos nosotros los que lo recibimos renovados, transformados y les damos nuevos sentidos.

Aquí van las palabras SUBLIMES, las palabras con alas:

“Mi realidad está traspasada por la danza. Y la danza es una excusa para trascender. 

Es el único lugar donde mi cuerpo no tiene forma, donde no tengo edad, ni peso. Soy 

etérea. Bella. Eterna. Y toda mi intención al exponerme es dejar una huella. Bailar 

sublima, tatúa, marca, al otro, a mí.

Pero hay que ser claros en el lenguaje del cuerpo, la huella puede convertirse en hoyo. 

El trabajo de autodescubrimiento no debe confundirse con ensimismarse. Aislarse 

de esa forma se convierte en algo nocivo, narcisista. El encuentro del bailarín consigo 

mismo es personal, pero desde el encuentro con otras almas, con otros cuerpos, con 

el espectador. Los ojos y las almas que reciben lo que él da. No se hace arte para 

guardarlo, el arte es compartir experiencia, es exteriorizar emociones, movimientos 

internos que son creación propia, pero propiedad también del que los recibe. El baile 

es mío y es tuyo. Es un acto de desapego, de amor. La entrega no siempre es serena, 

pero es audaz, valiente y verdadera.

Siempre me pregunté cuándo es el final. Y creo que es cuando el cuerpo ya no puede

decir nada.

Todo proceso conlleva una crisis y toda crisis, un crecimiento, un reencuentro, una

transformación.

En el desierto somos etéreos, somos pequeños, nos conduce el viento. Nos seduce,

nos dejamos llevar. ¿Qué árbol florece plantado en la arena?

Por eso bailamos, para brotar con raíces fuertes, pero cortas, para poder volar”.

Fragmento. Sublime. 2020.

Por Melisa Rodríguez.