LITERARTE. Momento de lectura y reflexión
“A los que quieren dejar una huella.
A aquellos que buscan la plenitud del alma.
A quienes tienen la dicha de poder hacer lo que aman.
A los que llevan escondida la luz del arte en su interior, tal vez estas palabras los impulsen a encontrar su don y expresarlo”.
Melisa Rodríguez tiene 39 años. Nació en Lincoln y vive aquí con sus dos hijos. Es artista, bailarina, actriz, escritora y profesora de Lengua y Literatura.
Forma parte de grupo de la Compañía de Artes Escénicas “PO. Arte con Piel Original”, en la que, junto con Mariela Sanín y todo su equipo, desarrolló su trayectoria artística desde pequeña.
Publicó su primer libro, “Cada parte de mis partes”, en noviembre de 2021 y actualmente se encuentra trabajando en su próximo proyecto literario.
Y es que retroceder o hasta a veces parar no siempre proporciona la calma. Es necesario seguir adelante con dolor, con molestia, y la calma vendrá. No podemos escapar del golpe de la madurez; solo podemos hacer que se convierta en pellizco… Todo llega… no solo cuando tiene que llegar, sino cuando estamos listos para enfrentarlo y abrazarlo.
EL PASAJERO
Si la piel nos llama,
amar puede esperar un rato.
Después de todo, ser libres
es amar la realidad que nos está atravesando.
Si el amor nos toca,
la piel puede arder en llamas.
Hay dos caminos aquí:
escapar ardiendo o esperar a ver lo que sucede con las brasas.
Toco sol y toco fondo,
somos fuego cruzado.
Toco aquello que me calma,
y, serena, te miro mientras te marchas.
Si el cántaro va a la fuente,
es porque está vacío.
En el camino encontré a un pasajero
que vino a mostrarme lo que pensé que había perdido.
Me desnudó el alma, también la piel.
Gajo a gajo, me fui descubriendo.
Y antes de que me confundiera se fue,
borrando sus huellas, ayudado por el viento.
Toco sol y toco fondo,
fuimos fuego cruzado.
Toco aquello que me calma.
Ahora sé que la felicidad
son momentos que hacen vibrar el alma.
Por Melisa Rodríguez.