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LITERARTE. Momento de lectura y reflexión

POESÍA

Roberta llora

Traga penas sonriendo.

Traga penas de muerte.

Su lengua se muerde, al no poderlas contar.

Agachada, esconde su silueta, mezquina de lo redondo.

Camina, camina descalza.

Sabe adónde va.

Roberta llora lágrimas secas.

Llora y guarda penas de muerte.

¿Qué será aquello que esconde?

Tímido secreto.

Egoísta, ella, que lo guarda; celosa, avara, segura, inquieta.

Nada la detiene. Ni el calor sofocante, ni el áspero suelo que llaga sus pies.

Sigue caminando.

¿Dónde está, Roberta, lo que buscás?

Sus ojos miran, y no ven.

Fijos en el camino. Perdidos desde adentro.

Parece como si el diablo la llevara. Hipnotizada.

El polvo que levanta, arrastrando sus pies,

se pega en su rostro, brillante por el sudor.

Sus manos, dos tenazas, aprietan fuerte.

Está fuera de sí.

La recorre una ira implacable, como veneno en su sangre.

Directo al corazón.

¿Adónde vas, Roberta?

La sigue una huella con gotas de sangre

cubiertas de tierra.

Sus labios, dos trozos de fruta disecada,

no se mueven.

Su cuerpo cae.

Susurra algo sin sonido.

No deja de llorar su no sé qué.

Se arrastra hacia el precipicio y, con ella, su secreto.

Delicioso tesoro.

Vuela.

Es como una pluma blanca y café. Sonriendo con su pena, se fue.

Aslem

Por Melisa Rodíguez.