La Selección Argentina no pudo terminar de festejar
CAMPEONES DEL MUNDO. Los jugadores arribaron a Ezeiza, desde donde los trasladó un micro descapotable hacia el predio de AFA. Pero la caravana por Capital Federal no concluyó su recorrido. Hubo 5 millones de personas presentes.
El martes por la madrugada arribó la Selección Argentina, con la Copa del Mundo 2022, a Ezeiza, donde a los futbolistas los esperaban dos micros (por Lionel Messi y el entrenador Lionel Scaloni), uno con un techo descapotable -para los jugadores y el cuerpo técnico- y el otro, sin vidrios -para sus familiares-.
Sin embargo, el conjunto albiceleste tardó más de una hora en llegar al predio de AFA que se encuentra a pocos kilómetros del aeropuerto. Así empezó la travesía de la Selección en su retorno al país.
Las celebraciones estaban preparadas para hoy. Existía incertidumbre respecto de si Messi, Scaloni y Claudio Tapia se asomarían por el balcón de la Casa Rosada. Lo único que se sabía eran el cronograma y el itinerario que harían los campeones del mundo para reunirse con la gente.
La caravana -que trasladaba a los jugadores, el cuerpo técnico, los utileros y el personal de la AFA- salió pasadas las 11:00 horas del predio y tardó alrededor de cinco en llegar a uno de los focos más grandes de personas, situado cerca del Mercado Central (más precisamente en la esquina de la autopista Riccheri y la avenida General Paz). En esa intersección, todo terminó.
En diferentes imágenes se evidenciaban la felicidad y los festejos de los futbolistas y la gente, el intercambio de banderas, los saludos y hasta un Scaloni jamás visto. Pero, cuando el micro pasaba debajo de un puente, dos personas se tiraron, habiendo caído una dentro del vehículo y otra en el lugar en el que se encontraba toda la masa de argentinos y argentinas. Esa situación hizo que la seguridad no quisiera seguir el recorrido, habiendo dejado frustrada la caravana.
¿Qué fue lo que falló? ¿El feriado nacional? ¿El operativo? No se sabe. No obstante, desde las redes sociales, el presidente de la AFA, “Chiqui” Tapia, emitió dos comunicados, en uno de los cuales informaba que la caravana no continuaría su trayecto, mientras que en el otro le agradecía al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, quien había estado a la altura de la circunstancias en la cobertura de seguridad de los 5 millones de personas que se habían convocado para saludar al plantel. Finalmente, todos volvieron en helicóptero al predio.
En fin, los futbolistas vivieron una real fiesta, la que merecían. No pudieron llegar al obelisco, pero igualmente celebraron junto con la gente, ésa que tanto confiaba en ellos. Y, una vez más, el pueblo argentino salió a las calles.