La cooperativa de reciclaje de Bayauca se capacita en gestión de residuos electrónicos
CRECIMIENTO. Durante la pasada semana, sus miembros estuvieron en Ekoa, perteneciente a la UNLP, con el objetivo de obtener los certificados como operadores refuncionalizadores de los desechos de aparatos tecnológicos.
En el marco del Plan de Gestión de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos (RAEEs), al que desarrollan desde el ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, integrantes de la Cooperativa de Trabajo y Reciclaje Bayauca Limitada iniciaron las primeras prácticas en las instalaciones de Ekoa, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), con la meta de obtener los certificados como operadores refuncionalizadores de RAEEs.
“Esta actividad es clave y fundamental para nosotros, porque entendemos que no debemos perder tiempo en atacar con conocimiento y herramientas adecuadas un problema ambiental creciente como lo es el no tratamiento de la chatarra electrónica”, destacaron desde la entidad al respecto.
En la misma línea, añadieron: “Estimamos que, en el corto plazo, la cooperativa va a ser una de las primeras unidades productivas de la región habilitadas para recibir, gestionar, reparar, certificar y darle disposición final a todo tipo de residuo tecnológico que provenga no sólo de particulares, sino también de instituciones públicas y privadas”.
Finalmente les agradecieron a “Jackie” Flores y a la secretaría de Ambiente bonaerense por haberles permitido “formar parte de este programa, porque sabemos la importancia que merece el urgente tratamiento de este tipo de residuos”, según expresaron.
EKOA. El espacio Ekoa, perteneciente a la UNLP, recibe equipamiento informático de empresas, instituciones y/o particulares, y los clasifica para su donación, reparación y/o desmantelamiento. El equipamiento comprende CPU, monitores, teclados, mouses, impresoras, notebooks, tablets y teléfonos celulares, entre otros elementos, y requiere de una coordinación previa ingresar al taller.
Luego de recibidos, reacondiciona y reutiliza los componentes, para armar nuevos equipos, todos los cuales después son donados a distintas instituciones.
Incluye el proceso de reparación; la instalación del sistema operativo y de aplicaciones educativas; la configuración; la puesta a punto; y el test de estrés para comprobar su correcto funcionamiento.
Dona los equipos reacondicionados a entidades sin fines de lucro o de bien público, muchas de las cuales se encuentran en zonas vulnerables o con problemas socioeconómicos.
Los equipos llevan instalados un sistema operativo y un paquete de aplicaciones educativas. Las donaciones son el corazón de esta iniciativa.