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Juan Carlos “Barba” Sánchez: “Después de 30 años de lucha sigo adelante y quiero ayudar a los demás”

DECLARACIONES. Después de haber recibido un trasplante de riñón hace poco más de cinco meses, el vecino linqueño, director de FM Tropilatina, decidió devolverle a la vida lo que esta le dio. En una emotiva entrevista, contó sobre su participación en una campaña solidaria para ayudar a Bahía Blanca tras el desastre que dejó a cientos de personas sin nada.

En las últimas semanas, llegaron las donaciones realizadas por vecinos y vecinas de Lincoln a la ciudad de Bahía Blanca, en ese sentido, Juan Carlos “Barba” Sánchez, en diálogo con La Posta Radio en el programa “Primero lo Primero”, compartió su experiencia sobre las donaciones realizadas a la ciudad afectada y su reciente trasplante de riñón.

En ese marco, relató cómo comenzó la iniciativa de ayuda a Bahía Blanca: “Ezequiel Azcune empezó la campaña un domingo, a mí me llamó un lunes o martes, y no dudé ni un segundo en decirle que sí, que íbamos a hacer la campaña entre las dos radios. No había ningún problema, yo me dedicaba a buscar cosas también, a juntar y a ir, y ponía mis vehículos, mi camioneta. Y empezamos con eso en una semana”.

Sobre la motivación para participar en esta acción solidaria, expresó: “Lo hice como un agradecimiento a lo que me pasó a mí. Después de mi trasplante, que fue hace 5 meses y 21 días, el 4 de octubre, sentí que, si la vida te da algo, tenés que ser agradecido. Por eso no dudé en ayudar”.

Sánchez describió la dura realidad de Bahía Blanca: “Nosotros lo vivimos allá y fue un desastre, un tsunami. Lo ves y te aseguro que llorás. La gente está desamparada, es muy triste ver a los chicos descalzos. Llevamos muchas zapatillas nuevas, pero nunca llegás a cubrir todas las necesidades, es imposible”.

La logística de la campaña fue organizada por Ezequiel Azcune, y contó con un equipo numeroso: “Fuimos con gente preparada para acompañarnos a los barrios. Salimos con un camión por un lado, otros por otro. Primero fuimos a una escuela en una villa donde se repartieron casi 2.000 viandas. Luego recorrimos la villa entregando donaciones directamente a la gente. No las llevábamos a la municipalidad ni a colegios, sino que entregábamos en mano”.

Sánchez destacó que en los chasis de los camiones llevaron alimentos y artículos de limpieza, mientras que en los acoplados llevaron ropa y electrodomésticos y otros elementos: “De ropa están abarrotados, pero de alimentos y limpieza necesitan muchísimo. De todos modos, si volvemos a hacer algo, tenemos que dejar pasar un tiempo, porque acá también hay muchas necesidades”.

La situación en Bahía Blanca fue descrita como devastadora: “El agua bajó de las sierras con una fuerza impresionante. Entramos en casas donde no quedó nada. Casas que quedaron totalmente destruidas”. También mencionó las dificultades para el rescate de personas: “Nos contaban que hay caños inmensos, de 3 o 4 metros de boca, por donde la gente era arrastrada. Se habla de muchas personas desaparecidas que aún no han sido contabilizadas”.

Además, relató un episodio en el que el equipo de TN se conmovió con su historia: “Cuando conté que hacía 5 meses y 21 días de mi trasplante, se emocionaron al aire. Me preguntaron sobre mi donante y les conté que era un chico de 24 años del Chaco. Fue un momento muy fuerte y tuvieron que ir a un corte”.

“Barba” también habló sobre su historia personal y su lucha contra la insuficiencia renal: “Mi problema vino por presión arterial. A los 35 años me detectaron la enfermedad y a los 40 me trasplantaron por primera vez. Estuve casi 20 años con ese riñón hasta que caí en diálisis durante 6 años y me volvieron a trasplantar el 4 de octubre pasado”.

Sobre su experiencia con la diálisis, fue contundente: “Es muy difícil. Lo que el riñón hace en 24 horas, en diálisis te lo hacen en cuatro horas. Te acelera todo el organismo y el desgaste es enorme. Salís muy mal y nunca terminás de reponerte”.

Finalmente, habló sobre su recuperación y cuidados actuales: “Todavía tengo muchas restricciones, no puedo estar en lugares cerrados con mucha gente ni compartir mate. Durante el primer año voy al médico cada mes, luego cada dos meses, hasta que estabilicen mi estado”.

Cerró la entrevista con una reflexión: “La vida es muy linda y hay que cuidarse. Después de 30 años de lucha sigo adelante y quiero ayudar a los demás”.