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Jorgelina Giménez dialogó con La Posta sobre “El Escondite de Jola”

“NUESTRA ECONOMÍA INDEPENDIENTE”. La productora linqueña, quien se dedica a la pintura en mates y tazas, además de realizar artesanías, recibió a este matutino en su taller.

La Posta sigue conociendo emprendimientos. En esta ocasión visitó el taller de Jorgelina Giménez, quien se dedica a realizar trabajos de pintura en tazas y mates, además de trabajar con latas recicladas.

Quienes deseen obtener sus productos deben comunicarse a través de Instagram (@elesconditedejola) o también concurrir a su local, ubicado en la calle Tiseyra 570, entre las 9:30 y las 12:00, y entre las 17:00 y las 20:00 horas.

En diálogo con La Posta reveló: “Este emprendimiento arrancó ya hace muchos años, unos seis o siete años. ¿Pero cómo arrancó? Arrancó como algo para mí. Compré unos Budas, los pinté para mí y los publiqué en Facebook. Ahí fue cuando me empezaron a pedir para vender. Además, empecé a comprar otras figuras de yeso. Así fue como arranqué”.

Después continuó: “Eso fue como lo chiquitito que hice. Después me llevaron unas sillas para intervenir y las intervine. Eran cuatro sillas. Entonces dije: ‘Bueno, sí, puedo pintar sillas, puedo pintar Budas, puedo pintar cualquier cosa’. Así arranqué, siempre trabajando en relación de dependencia en negocios. A eso lo hacía como un hobby, lo tenía como aparte. El domingo me sentaba a pintar y, si lo podía vender, lo vendía. Si no, quedaba. Así que esos fueron los comienzos”.

“Después tomé un curso de pintado de mates, porque toda la vida me gustaron los mates. Ahí fue cuando empecé a trabajar medio día. Después empecé a trabajar medio día porque me daba cuenta de que funcionaba lo que hacía. Me armé un tallercito que tenía en la parte de adelante. Sólo el taller; no tenía negocio a la calle. Y eso empezó como a funcionar”, indicó Jorgelina.

Además, “Jola” habló de dar el salto y empezar a tener su propio espacio para vender sus creaciones. “Un día dije: ‘Tengo que poder sola, tengo que largarme a esto’. Y empecé como a armar un negocio. Era como que a la gente la dejaba pasar, le mostraba una repisa o lo que tenía armado, le mostraba por ahí a las personas cómo hacían las cosas. Y así surgió”, declaró.

“Una vez que yo arranqué con todo lo artesanal y empecé con los mates, empecé a vender un mate y surgió la idea de comprar lo que era referido al mate, termo, matera, las hierbas, en su momento, latas, todo lo referido al mate… Y, cuando me metí en el mundo del mate, me dijeron que había muchas cosas para el mate. Y así empezó a surgir todo lo que tengo. Tengo un ‘puchito’ de cada cosa. Así que ‘El Escondite de Jola’ hoy es tipo una tienda ‘deco’, bazar, un montón de cosas”, expresó.

En la misma línea agregó: “Me dediqué al negocio y lo abrí como negocio en la parte delantera de casa. Entonces, ahí puse un horario y después me organicé, me ordené en la atención al público. Porque hago todo yo, como manejar las redes, y todo. Todo lo que se ve en las redes (porque eso también es otra parte, que fue muy importante para mí, empezar a vender)… O sea, a mostrarme en redes sociales, a mostrar que era yo la que estaba detrás del emprendimiento… Y ahí se descubre un mundo. Hice dos cursos de community manager para poder hacer lo que hago, porque la verdad es que no parece, pero soy muy tímida”.

También se emocionó al hablar del crecimiento que ha tenido en el último tiempo. “Los sueños se trabajan. Yo siempre digo y tengo un cartel ahí que dice ‘Mereces lo que sueñas’, y lo miro cada día y digo: ‘Bueno, sí, me lo merezco’. Pero porque trabajo y trabajé todo el tiempo para llegar a lograr lo que quería, tener un negocio propio, trabajar de lo que me gusta, todo lo que vengo logrando… No soy millonaria; sólo trabajo de lo que me gusta y es mi sueño cumplido”, enfatizó.

Por último, Jorgelina les habló a los nuevos emprendedores. “Que se animen, que se animen. Y más si quieren apostar por algo… Se empieza siempre de a poquito y se llega a mucho. Que se animen con lo que tengan (no importa qué, siempre que el producto sea de calidad, en lo posible, y hecho con mucho amor). ¡Eso se nota! O sea, lo que se hace desde el corazón y con mucho amor se nota mucho. ¡Que se animen y vayan para adelante! Y, sí, más vale: te caés al pozo, y te tienen que agarrar y tratar de salvarte. Así es dar el primer paso”, concluyó “Jola”.