Intentan asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner
CONMOCIÓN. Ocurrió hace instantes, mientras saludaba a las personas que la esperaban fuera de su casa. Las cámaras de televisión capturaron el momento en que un hombre apuntó con un arma en la cabeza de la ex presidenta.
La vicepresidenta Cristina Kirchner sufrió un presunto intento de magnicidio cuando arribaba hoy por la noche a su casa en Recoleta, en la Capital Federal, según investigan desde el ministerio de Seguridad de la Nación. La mandataria se encuentra fuera de peligro.
De acuerdo a lo que mostraron las cámaras de televisión, un hombre se acercó a centímetros de la vicepresidenta, apuntó con un arma a su cabeza y gatilló con lo que se supone es una pistola Bersa Thunder 380.
Hasta el momento, en la cartera de Seguridad que conduce Aníbal Fernández confirmaron que detuvieron a una persona con un arma. La Policía Federal confirmó que el detenido es un hombre brasilero de 35 años, identificado como Fernando Andres, quien fue aprendido en la calle Uruguay en dirección a Talcahuano.
El hecho que rápidamente conmocionó al país, sucedió cuando Cristina Kirchner se aprestaba a saludar a los manifestantes que desde el sábado pasado acuden a su residencia en su defensa.
“Cuando el odio y la violencia se imponen sobre el debate de ideas, destruyen a las sociedades y se generan situaciones como la de hoy: un intento de magnicidio. Toda mi solidaridad a Cristina Kirchner y su familia. Y mi deseo de que se determinen todas las responsabilidades”, twiteó el ministro de Economía, Sergio Massa.
El ex ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, también se expresó al respecto y afirmó: “La violencia siempre es el límite, mi apoyo a Cristina Kirchner. Es muy triste que estas cosas vuelvan a pasar en nuestro país. No lo podemos permitir.”
En el arco oficialista apuntan, sin embargo, al clima de odio y tensión generado a través de distintas expresiones de la dirigencia política desde que el kirchnerismo se movilizara el sábado hacia Juncal y Uruguay, tras el vallado dispuesto en la casa de la vicepresidenta por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.