Gabriel Rosas estrenará su película, “La última pirueta”
EN EL CINE “GAUMONT”.Relata la historia del payaso “Beroldito”, que murió sobre las tablas del circo criollo. “Uno siempre quiere revolver en las raíces. Ésa es la marca que traigo desde GIDI”, contó el realizador linqueño.
Este jueves 12 de enero se estrenará, en el cine “Gaumont”, la película “La última pirueta. Vida y muerte del circo criollo”, realizada por el linqueño Gabriel Rosas.
“Con el propósito de homenajear a su tío, el payaso ‘Beroldito’, que murió sobre las tablas del Circo ‘Criollo’, Salomé Carpenzano recorre las vías de la memoria, reconstruyendo, junto con protagonistas como los hermanos Videla y Beatriz Seibel, una estampa folletinesca de lo que fue esa expresión olvidada”, revela la sinopsis.
Para conocer más acerca de esta obra, Rosas dialogó con La Posta Radio (FM 88.5) en una entrevista en la que detalló el proceso que había desarrollado hasta concretar la película, que había sido declarada “De interés” por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (Incaa) en el 2015.
“Esta película tiene siete años de construcción, porque todo arrancó hace mucho tiempo, como en contraste de mi estadía en el ‘Cirque Du Solei’. Me pasó que, en las afueras de Las Vegas, nos encontramos con un circo pobre, y era muy terrible el destrato de los americanos del norte hacia los artistas cordobeses, que no hacían más que esmerarse en complacerlos. Pero cada paso que daban era peor”, comenzó relatando.
Luego repasó: “Siempre uno quiere revolver en las raíces. Ésa es la marca que traigo desde GIDI, con ‘Carlitos’ Cifaldi, revolviendo el pasado para ver qué había. Ahí empezó todo un proceso de comenzar a interesarme en algo que fue Salomé, a quien encontré dando clases de Teatro Integrado en el Teatro Argentino de La Plata. Ella me contó que, hasta sus 10 años, había vivido en un circo y luego se había alejado para siempre”.
“Pasaron dos años, hasta que el amigo Andrés Cuervo me dijo que hiciera una película con todo eso. Y se lo voy a agradecer toda la vida, porque me puso en el camino de hacer algo que a mí me gustaba mucho, pero que no había estudiado en la universidad”, recordó Rosas.
A raíz de aquello, el realizador linqueño había comenzado a interiorizarse en el tema, sobre lo cual contó: “El Incaa tenía un subsidio de un proyecto en desarrollo. Eso a mí me permitía ir probando y entregarle al Incaa. Si servía, podía pedir el subsidio para hacer la película. Eso me llevó tres años de trabajo, porque no quería meter la pata en algo a lo que deseaba tanto. Había que hacer una investigación muy profunda, desde cero, para hacer el documental hablando desde 1886 hasta 1930”.
En cuanto a la historia de la película, Rosas informó: “El tío de Salomé murió en 1926, en Carmen de Areco, donde cayó muerto sobre las tablas del escenario. Esta situación del payaso actor, mártir en escena, dándolo todo, me tocaba muy profundo. El circo ‘Olimpo’ había estado en Lincoln tres semanas antes, así que pudo haber sucedido acá. Salomé nació en la vida del circo, cuando se trasladaban en trenes, y ella, desde los 6 hasta los 10 años, fue la apuntadora del circo. Hoy en día se acuerda de obras de teatro enteras. Esa expresión del circo, en 1935, ya fue muriendo. Quedaron algunos dando vueltas, como ‘Patagonia’ y ‘Papelito’, que eran la resistencia del circo criollo”.