Crisis en la planta láctea de Arenaza: denuncian vaciamiento y total paralización de actividades
CONFLICTO. Tras meses de salarios impagos, la firma detuvo sus tareas. Más de 170 trabajadores se ven afectados, mientras el gremio Atilra reclama la intervención urgente del Estado.
La planta láctea ubicada en Arenaza atraviesa una situación crítica. Según denunció Luciano Asad, el delegado gremial de Atilra, la empresa ha paralizado completamente sus actividades y licenciado a la mayoría del personal, dejando a más de 170 familias sin certezas sobre su futuro.
“El vaciamiento es total. No hay insumos, los servicios eléctricos están cortados y la planta está completamente detenida”, informó Asad en declaraciones radiales, describiendo un panorama desolador.
La fábrica —que cuenta con otra planta en Córdoba— llevaba más de un año incumpliendo el pago de salarios conforme al convenio colectivo de trabajo, abonando apenas el 20% o el 30% de lo que corresponde según la paritaria de mayo de 2024.
PROBLEMA. El sindicalista explicó que el conflicto se remonta, al menos, al 2022, cuando desde el gremio habían comenzado a alertar sobre maniobras de vaciamiento. En 2023, la situación se había profundizado con salarios impagos y un creciente deterioro de las condiciones laborales. “La empresa nunca tuvo voluntad real de resolver esta situación. Todo fue llevado hasta este punto con una lógica empresarial fraudulenta”, denunció Asad.
Pese a las múltiples audiencias con el ministerio de Trabajo de la nación, la causa se encuentra empantanada por cuestiones de jurisdicción, al involucrar a plantas de dos provincias diferentes. Mientras tanto, el Estado conoce la situación, pero no ha dado respuestas concretas, de acuerdo con lo que indicó el delegado.
AL LÍMITE. Actualmente, solo dos o tres empleados permanecen en la planta realizando tareas de guardia, mientras el resto se encuentra licenciado o sin tareas asignadas.
Asad remarcó que aproximadamente 100 trabajadores están completamente fuera del circuito productivo, sin ingresos dignos ni cobertura plena de salud. “La empresa incluso retenía aportes en los recibos de sueldo que no derivaba ni a los organismos fiscales ni a nuestra obra social. A pesar de eso, Atilra decidió sostener las prestaciones médicas para los trabajadores y sus familias, teniendo en cuenta que hay muchos compañeros con enfermedades crónicas, oncológicas o neuronales. La deuda con la obra social supera los $2.500 millones”, precisó.
Frente a este escenario, desde el sindicato han anunciado que están trabajando con el área legal de la organización y buscando respaldo en actores políticos. “Mañana tenemos una reunión con el ministro de la provincia. La situación del entramado social y productivo de Arenaza está en juego. Hay que actuar con urgencia”, sostuvo Asad.
El gremialista concluyó con una advertencia. “Nosotros siempre fuimos claros con los compañeros. Lamentablemente, todo lo que anticipamos ocurrió. Esta planta es un patrimonio del Distrito, y no se puede permitir que el vaciamiento empresarial se lleve por delante la dignidad de los trabajadores”, subrayó.