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Carnaval: desde Colapinto hasta Caperucita y el lobo, los disfrazados aportan su creatividad e interacción

INGENIO. La categoría conjuga a gente que sólo quiere divertirse con otros que pasan dos o tres veces con motivos diferentes para conseguir un premio más. Lo cierto es que todos ponen alegría, colorido y un intercambio único con el público.

Cada año, el rubro Disfrazados se supera y le aporta ingeniosas creaciones al carnaval de Lincoln. Algunas veces con motivos creativos, relacionados con temas generales o del deporte, y hasta algunos se le animan al humor político.

En esta edición, nuevamente, han dado la nota y se pueden encontrar divertidos números, algunos combinados entre dos o más personas y otros que se las ingenian en solitario. En este sentido, la variedad de propuestas es tan amplia y diversa, que terminan dándole al esplendor de la Capital Nacional del Carnaval Artesanal el toque del viejo corso de pueblo, aquel en el que cualquiera se ponía una careta y dos trapos, y salía a divertirse.

Con los años, esa creatividad ha comenzado a ser premiada en Lincoln y se han visto de los más variados e ingeniosos motivos. Algunos históricos han sido Cifaldi, Chaplin, el personal trainer, Minguito, Piñón Fijo, El Murguero y otros tantos que han dejado su huella en el recorrido de la avenida Massey.

Este año, el humor ha vuelto a ponerse de manifiesto y cualquiera de los asistentes al carnaval puede encontrarse con “Caperucita” y “El Lobo”, “Cola-Pinto”, “Yuyito”, “Taxi para jubilados” y “Seguridad para diputados”, además de varios más, cuyo motivo puede ser tan irreconocible como sorprendente.

Los disfrazados le aportan al corso interacción con el público, y le dan vida al recorrido, con su chispa y su desparpajo, algo que nunca debe faltar en una fiesta de este tipo.