Alerta en el mercado de carnes: advierten sobre posibles subas por escasez de hacienda y repunte del consumo
La industria de la carne enciende una luz de alarma frente a un escenario complejo que podría impactar directamente en el bolsillo de los argentinos.
Representantes de la mesa de las carnes alertaron sobre una combinación crítica de factores que, de no revertirse, podrían derivar en aumentos significativos del precio de la carne vacuna en los próximos meses.
Con una caída del stock bovino nacional que ha alcanzado su nivel más bajo desde el 2012 -apenas 51,6 millones de cabezas-, sumada a una escasa oferta de animales terminados y expectativas de recuperación del consumo interno, los referentes del sector plantearon su preocupación en un reciente encuentro del que participaron productores, frigoríficos y exportadores.
“Si este año mejora el poder adquisitivo y sube el consumo interno, no vamos a tener suficientes animales para abastecer la demanda. Eso puede disparar los precios”, advirtió Sebastián Bendayán, gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe.
Actualmente, el consumo local representa el 70% de la producción nacional de carne y, si bien mayo ha mostrado una leve recuperación con 49,5 kilos por habitante al año, los niveles siguen siendo bajos respecto del promedio histórico. En el 2024 se había reportado uno de los peores datos desde 1914, con apenas 47,7 kilos por persona.
Desde la Unión de la Industria Cárnica Argentina, Ernesto Lowenstein subrayó que el problema no es solo coyuntural. “En 1978, con 25 millones de habitantes, teníamos 50 millones de cabezas. Hoy somos 46 millones y el rodeo sigue igual”, explicó, apuntando a la falta de políticas que incentiven el crecimiento de la producción.
El panorama se agrava con una industria que trabaja con alta capacidad ociosa, márgenes mínimos y una faena limitada. La competitividad internacional también se ve afectada: el Consorcio de Exportadores ABC advirtió que Argentina ha perdido terreno en el mercado chino -destino clave de las exportaciones- frente a países como Brasil, que opera con menores costos y precios más competitivos. “Nosotros pagamos hasta el 30% más por los animales que nuestros competidores brasileños”, remarcó Miguel Jairala, integrante del consorcio.
En este contexto, el sector reclama con urgencia reformas fiscales que favorezcan la inversión, entre ellas una revisión del Impuesto a las Ganancias por tenencia y el tratamiento del IVA a las inversiones. También pusieron el foco en el deterioro del Senasa, al que consideraron en un estado crítico. Denunciaron falta de personal, recursos escasos, y deficiencias que afectan directamente los controles sanitarios y la capacidad operativa del organismo.
Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de las Carnes, resumió el reclamo con un pedido de previsibilidad. “El productor perdió confianza. Viene golpeado por mercados inestables y falta de rentabilidad. Necesitamos reglas claras para que vuelva a invertir”, subrayó.
En un escenario marcado por la incertidumbre, la advertencia del sector es clara: si no se implementan medidas que fortalezcan la producción y mejoren la competitividad, la escasez de hacienda podría traducirse en nuevos aumentos en el precio de la carne, en un contexto económico ya de por sí tensionado para el consumidor argentino.