A dos años de la muerte de “Edu” Guerrero hubo una radio abierta y pintaron un mural
PEDIDO DE JUSTICIA. Familiares del joven fallecido tras un choque contra un efectivo policial (quien estaba de franco y “alcoholizado, y circulaba en contramano”) recordaron la fecha con profundo dolor. Los acompañaron allegados y amigos, además de integrantes de agrupaciones de padres que han perdido hijos en accidentes y por acción policial.
Hoy se cumplieron dos años de la muerte del joven Eduardo Guerrero, quien había agonizado durante casi dos meses, luego de haber sufrido un accidente el 15 de noviembre del 2020 en la esquina de las calles Belgrano y Laprida. En aquella oportunidad, Eduardo había sido embestido por “el sargento Juan Manuel Odermatt, miembro de la Policía Montada de Campana, quien circulaba en una moto de mayor porte, pero lo hacía en contramano, por la calle Belgrano, a alta velocidad y alcoholizado”, según han explicado los padres de la víctima.
El joven, quien en el momento del accidente tenía 22 años, había estado internado durante casi dos meses en Junín. A lo largo de todo ese tiempo, sus padres, María y Eduardo, lo habían acompañado. Mientras tanto, se tejía “una vergonzosa red de encubrimiento policial” para proteger al responsable del siniestro vial.
En ese marco, hoy por la tarde se realizaron actividades para recordar a “Edu” y reafirmar el incesante pedido de justicia. A la familia, amigos y allegados los acompañaron integrantes de agrupaciones del dolor, como el Centro de Acción Cultural “Diego Cagliero”, el Colectivo Contra el Gatillo Facil de La Plata, Familiares de Agustín Lara, Luciano Arruga, Nehuén Rodríguez, Jhonatan Agüero, Juan Pablo Kukoc, Iván Coronel, Omar Cigaran, Resistiendo – Colectivo Nacional Contra la Represión Estatal y Coordinadora Contra la Impunidad Policial.
En la marcha llegaron a la esquina de Laprida y Belgrano (donde había ocurrido el accidente) con pancartas y carteles. Allí, cada uno pudo expresar sus sentimientos y su experiencia, bajo la modalidad de “radio abierta”. Además, se realizó una suelta de globos con frases. Desde allí se dirigieron a la casa de Guerrero, situada en la calle Ramos Mejía al 500, donde se pintó un mural, a cargo de la artista Luciana Maccaroni, y donde además se hizo una donación de alimentos al merendero del Club Juventud Unida.
A dos años de la muerte de “Edu”, el pedido de justicia se renueva y se hace sentir cada vez con mayor fuerza.