ActualidadDestacadas

El ministerio de Trabajo de la provincia fijó una audiencia entre Atilra y Arsa “Vicentín”

LABORALES. Debido al conflicto que atraviesan los trabajadores de la fábrica de Arenaza, el doctor Matías Mautino citó a representantes de las partes para este miércoles por la mañana.

Debido al conflicto que atraviesan los trabajadores de la fábrica de Arenaza, y tras la intervención del ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, la propia cartera fijó una audiencia entre Atilra y Arsa “Vicentín” para este miércoles, a las 9:00 horas, en la Delegación Regional Lincoln, ubicada en la avenida 9 de Julio 514.

El doctor Matías Mautino tomó cartas en el asunto y rápidamente citó a las partes involucradas en el reclamo laboral que tiene en vilo a casi 200 familias de Lincoln, Arenaza y Roberts.

También se supo que el sindicato no descarta “iniciar acciones legales contra los directivos por obstrucción gremial”.

Esta audiencia se celebrará este miércoles e iniciará un proceso (se verá si será de acuerdo o no acuerdo) entre las partes, en el marco del conflicto que tiene en vilo a 200 familias que buscan preservar su fuente laboral ante la decisión de la empresa de cesar las actividades.

Vale mencionar que, días atrás, se había informado que la planta láctea ubicada en Arenaza atraviesa una situación crítica. Según había denunciado Luciano Asad, el delegado gremial de Atilra, la empresa ha paralizado completamente sus actividades y licenciado a la mayoría del personal, dejando a más de 170 familias sin certezas sobre su futuro.

Después de este inconveniente, actualmente solo dos o tres empleados permanecen en la planta realizando tareas de guardia, mientras el resto se encuentra licenciado o sin labores asignadas.

Asad había remarcado que aproximadamente 100 trabajadores están completamente fuera del circuito productivo, sin ingresos dignos ni cobertura plena de salud. “La empresa incluso retenía aportes en los recibos de sueldo que no derivaba ni a los organismos fiscales ni a nuestra obra social. A pesar de eso, Atilra decidió sostener las prestaciones médicas para los trabajadores y sus familias, teniendo en cuenta que hay muchos compañeros con enfermedades crónicas, oncológicas o neuronales. La deuda con la obra social supera los $2.500 millones”, había informado.