Política

Milei cambia su estructura legal y les abre la puerta a inversores privados

NACIONALES. El Gobierno oficializó la transformación del Banco Nación en sociedad anónima mediante el Decreto 116 N° /2025. La medida es el primer paso hacia una eventual privatización, y genera dudas sobre el futuro de los clientes y la operatividad de la entidad.

El Gobierno de Javier Milei firmó el Decreto N° 116/2025, que transforma al Banco de la Nación Argentina (BNA) en una sociedad anónima, modificando su estatus de ente autárquico.

Si bien la privatización del banco necesita una ley del Congreso, este cambio es un paso clave en la reorganización de su estructura legal, para facilitar la incorporación de inversores privados en el futuro.

El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, ya había adelantado que esta conversión era parte del plan del Gobierno. La decisión ha tomado como referencias modelos como el del Banco do Brasil e YPF, en los cuales el Estado mantiene el control mayoritario, pero permite la participación privada en el capital accionario.

De acuerdo con el Gobierno, la transformación del BNA en sociedad anónima busca modernizar su estructura y mejorar su capacidad competitiva dentro del sistema financiero.

En los considerandos del decreto se argumenta que el actual régimen autárquico limita la flexibilidad operativa del banco, restringe el acceso a nuevas fuentes de financiamiento, y dificulta el desarrollo de estrategias comerciales más dinámicas y eficientes.

El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, explicó en X que el decreto también busca mejorar la transparencia y el gobierno corporativo del banco, eliminando privilegios como la obligatoriedad de que los depósitos judiciales se realicen en la entidad.

Tras la conversión, el Banco Nación seguirá bajo el control estatal, con el 99% de las acciones en manos del Estado nacional, representado por el ministerio de Economía. El 1% restante quedará en poder de la Fundación Banco de la Nación Argentina.

La superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central ha confirmado que no hay impedimentos para que la fundación sea accionista minoritaria y que no es necesaria su aprobación para la modificación del estatuto del banco.

El decreto establece que la transición se realizará de manera ordenada para garantizar la continuidad operativa del banco y evitar afectaciones en las cuentas de los clientes. Se implementará un período de transición contable para trasladar los saldos existentes sin interrupciones en la operatividad.

Además, el ministerio de Economía deberá asegurar que el proceso no afecte el normal funcionamiento de la entidad ni de sus actividades comerciales, industriales y administrativas.

Para garantizar seguridad jurídica y financiera en la transición, el decreto establece la confección de un balance especial que refleje la situación patrimonial del banco. Según Tillard, hasta el 31 de diciembre del 2024 la nueva sociedad anónima contaba con activos por $48 billones, depósitos y obligaciones por $33 billones, y un patrimonio neto de $15 billones.

El valor de cada acción se calculará dividiendo el patrimonio neto por el capital social, que asciende a $1,6 billones, con acciones de $1.000 cada una y derecho a cinco votos por acción.

Mientras avanza la reestructuración, el Banco Nación continuará operando con normalidad, aunque su conversión en sociedad anónima allana el camino para una posible privatización en el futuro.