Preocupación por despidos y crisis laboral en la industria láctea
NACIONALES. Luciano Asad, el delegado general de Atilra Buenos Aires, advirtió sobre la grave situación en las plantas de “Alimentos Refrigerados” y por la falta de respuestas del Gobierno nacional.
La crisis en el sector lácteo sigue profundizándose y afecta de manera directa a centenares de trabajadores en diferentes puntos del país.
Luciano Asad, el delegado general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) en la provincia de Buenos Aires, expresó su preocupación por los despidos masivos y el deterioro del entramado productivo en las plantas de “Alimentos Refrigerados”, empresa adquirida en el 2016 por el grupo “Vicentín Santos”.
En una entrevista concedida al programa “Un Buen Comienzo”, que se emite por “Radio de Las Madres” (Somos Radio AM 530), Asad denunció que más de 200 trabajadores, distribuidos entre las plantas de Córdoba y Buenos Aires, se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. Muchos de ellos no han recibido salarios ni han sido convocados a cumplir tareas desde hace más de nueve meses, lo que genera un profundo impacto económico y social en las localidades donde operan estas fábricas.
Uno de los casos más preocupantes es el de la planta de Arenaza. Con apenas 3.000 habitantes, la fábrica representa la principal fuente de empleo privado de la zona, con más de 200 operarios. Sin embargo, actualmente la mitad de los empleados no percibe su salario ni tiene tareas asignadas.
“El impacto de esta crisis no sólo afecta a los trabajadores y sus familias, sino también a toda la economía local”, explicó Asad. “Imaginemos lo que significa para una comunidad de 25.000 habitantes -si tomamos en cuenta todo el Distrito de Lincoln- dejar de percibir $100 millones en salarios. Esto no sólo pone en riesgo a los empleados de la planta, sino que también afecta a los comercios, a los pequeños productores y a toda la estructura productiva de la región”, planteó.
El dirigente sindical remarcó que lo que ocurre en la industria láctea es un reflejo de un problema mayor, vinculado con las políticas económicas actuales. “El entramado productivo de la provincia y la zona núcleo del país está resquebrajándose. Las empresas que dependen de la actividad agrícola-ganadera están atravesando una crisis sin precedentes, y, en el caso de la industria lechera, la situación es aún más crítica”, advirtió.
Desde Atilra han intentado, sin éxito, obtener respuestas de las autoridades nacionales. “Hace nueve meses que estamos trabajando en la secretaría de Trabajo de la nación para encontrarle una solución a este conflicto, pero hasta el momento no hemos recibido respuestas por parte de los funcionarios de alto rango”, lamentó. “No hay medidas concretas para obligar a la empresa a cumplir con la legislación vigente, ni siquiera un intento de diálogo serio para destrabar el conflicto”, cuestionó.
El dirigente gremial también criticó la falta de control estatal sobre los empresarios que incumplen con sus obligaciones. “En este contexto, hay empresarios empoderados por las políticas actuales que avanzan con acciones antijurídicas, afectando no sólo a los trabajadores, sino también a comunidades enteras”, explicó. “Lo preocupante es que estas decisiones empresariales cuentan con la complicidad del Estado nacional, que mira para otro lado mientras cientos de familias pierden su sustento”, dijo.
Otro de los puntos señalados por Asad fue la dificultad que enfrentan los sindicatos en este nuevo contexto político. “La ley ‘Bases’ ha generado un cambio en las condiciones en las que podemos ejercer la defensa de los trabajadores. Técnicamente, la normativa no ha cambiado, pero sí las herramientas con las que contamos para reclamar. Hoy todo se hace con mucho más cuidado y bajo nuevas reglas de juego que favorecen al sector empresarial y limitan el accionar gremial”, detalló.
Según el delegado de Atilra, este cambio en el equilibrio de poder entre empresarios y trabajadores ha generado un clima de mayor precarización y temor entre los empleados. “El derecho a la protesta y a la organización sindical se ve cada vez más restringido, mientras que los empresarios tienen más margen para incumplir con sus obligaciones, sin temor a represalias”, denunció.
A pesar de la falta de respuestas a nivel nacional, Asad destacó el acompañamiento del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. “Hemos encontrado respaldo en la administración de Axel Kicillof y en el ministro de Trabajo, Walter Correa. Estamos trabajando en inspecciones, contrataciones e incumplimientos. Pero, al tratarse de un conflicto de alcance nacional, las soluciones deben venir desde un nivel superior”, puntualizó.
El gremio ha mantenido reuniones con funcionarios provinciales para analizar posibles estrategias de intervención y minimizar el impacto de la crisis en la región. “Desde la Provincia se está haciendo un gran esfuerzo para contener la situación, pero las competencias de la Gobernación son limitadas. Es necesario que el Gobierno nacional tome cartas en el asunto y exija a las empresas que cumplan con la legislación vigente”, subrayó Asad.
El panorama en la industria láctea sigue siendo incierto, con centenares de familias afectadas y sin garantías de una pronta solución. Mientras tanto, desde Atilra continúan exigiendo respuestas concretas y medidas urgentes para evitar que la crisis se profundice aún más.
“La situación es insostenible y no podemos seguir esperando. Es necesario que se tomen medidas urgentes para proteger a los trabajadores y garantizar que las empresas cumplan con sus responsabilidades. No podemos permitir que la industria láctea del interior del país siga desmoronándose, mientras el Gobierno mira para otro lado”, enfatizó el gremialista.
Con el conflicto aún abierto y sin soluciones a la vista, la incertidumbre crece en los trabajadores y las comunidades afectados. El futuro de la industria láctea y de cientos de familias pende de un hilo, a la espera de que las autoridades nacionales tomen cartas en el asunto y comiencen a implementar medidas concretas para revertir esta crisis.