Columnistas

LITERARTE. Momento de lectura y reflexión

Que mientras dure el fuego no se apagará el abrazo.

No, el abrazo enciende el fuego y más tus brazos que son de árbol.

Mañanas de primavera soleadas que reflejan aguas que no están. Que pasaron.

Que se fueron.

Que mojaron.

Que inundaron,

pero se secaron con el fuego.

Noches frescas que nos traen aromas a flores frescas que enjuagaron lágrimas que jamás se lloraron,

porque no llora la primavera,

no llora el sol tirano.

Llora la luna que es la que deja de verse de vez en cuando.

No lloro yo, porque oigo tus pasos, lejos, pero firmes y a mi lado.

Por Melisa Rodríguez.