Se reiteran las estafas a través de supuestos soportes técnicos de empresas de servicios
POLICIALES. En el último tiempo han proliferado los engaños que utilizan a las redes sociales (mayormente Facebook) para captar a las víctimas. Luego se comunican mediante WhatsApp, piden autenticar un número e ingresan a la cuenta para continuar con el timo.
Los delincuentes siguen renovando sus estrategias para estafar a incautos y desprotegidos. En este caso, lo hacen ofreciendo soporte técnico a través de las redes sociales -mayormente por Facebook-, con perfiles que cuentan con logos y supuesta información de alguna empresa de servicios (telefonía, gas, televisión, internet), y de esa manera captan a sus víctimas, en muchos casos personas mayores.
La segunda etapa viene después de que el delincuente ya ha obtenido los primeros datos -sobre todo, el número de teléfono y el nombre del potencial damnificado (lo toman de las redes)-. Entonces realiza una llamada por WhatsApp desde un número que tiene de foto el logo de la empresa a la cual dice representar. Allí ganan la confianza de la víctima, se intercambia un código de supuesta “autenticación” y, a partir de eso, en la mayoría de los casos el malviviente obtiene el control de la cuenta de WhatsApp y la emplea para estafar a contactos del usuario.
Otra variante de la misma modalidad es pedirle al dueño de la línea que descargue una aplicación del tipo “Quick Support”, “TeamViewer”, “AnyDesk” o “RustDesk”, y, directamente, toman el control del dispositivo móvil de manera remota. En este caso tienen acceso, incluso, a las cuentas del damnificado.


ANTECEDENTE. Pocos días atrás, desde la comisaría de Lincoln informaron que se estaban cometiendo defraudaciones informáticas, mediante las cuales un falso empleado de alguna firma -como Netflix, Personal Flow u otras- les solicita a los usuarios que descarguen en su celular las mencionadas aplicaciones, que están en Play Store. Cuando la víctima, desprevenida, baja la aplicación de asistencia remota, de inmediato los delincuentes le solicitan un supuesto código que les aparece, lo que los habilita a tener un acceso al celular de la persona (o sea, a todo su mundo íntimo -contactos, chats, mails, fotos y sus cuentas bancarias-).
En el mismo sentido explicaron: “Siempre en el marco de este ardid, los estafadores pasan a la etapa final de la maniobra. Sin que la víctima sepa que ellos ya están con el control remoto del celular, le solicitan a ésta que abra su cuenta para ‘verificar que su compra se haya realizado’ o para ‘ayudarla en el trámite bancario’. De esta manera se aseguran de que abran el Homebanking con su contraseña. En ese momento, mientras ellos comienzan a manipular la cuenta bancaria y a realizar todo tipo de transferencias, el falso empleado distrae a la víctima con unas preguntas finales. Cuando ya vaciaron todo, cortan la llamada”.
Por estas razones aconsejan no descargar ninguna de estas aplicaciones, y menos a pedido de personas desconocidas. Además, enfatizan la importancia de, ante cualquier hecho de este tipo u otro intento de estafas, radicar inmediatamente la denuncia.