Buñuelos de acelga
Vamos a cocinar buñuelos de acelga deliciosos. En el medio jugamos un juego en el que ustedes van a poder elegir entre buñuelos fritos y al horno. Después veremos cuál será el equipo ganador.
Buñuelos fritos
El aceite tiene que estar bien limpio. No guardamos el aceite y lo reutilizamos, porque esto hace mal, y nosotros queremos vivir muchos años. Utilizar mucho aceite. Sin mezquinar en esta parte, abundante aceite. No les hagan caso a esas personas que dicen que utilizan poco aceite para que la fritura “sea más saludable”. ¡Eso es mentira! Si ponemos poco aceite, éste se va a terminar quemando, y ya sabemos que pasa. No pinchamos la fritura con tenedor. Siempre agarramos los buñuelos con una espátula o con espumadera. Si pinchamos a cada rato los jugos, se escapan, y termina el aceite con comida y la comida, llena de aceite. Controlamos la temperatura. Es importante que el aceite no se queme ni se enfríe. Si tienen un termómetro, golazo… La temperatura ideal tiene que estar entre 180° y 200°. No abusamos del espacio. De a poquito, y todo se va a cocinar mejor, en su momento. Si llenamos la sartén de comida, es muy probable que se enfríe y le cueste retomar temperatura. La fritura tiene que estar cómoda y libre. Somos responsables del residuo del aceite. En todos los aspectos de la vida hay que ser conscientes de los daños que podemos hacerle al planeta. No tiren el aceite de la fritura por el desagüe, por favor. Esto contamina muchos litros de agua y tiene un impacto muy negativo en el medio ambiente.
La hoja secreta
Ése es el caso de la hoja de la remolacha, que no sólo se come y es muy saludable, sino que también es un vegetal que te regalan en cualquier verdulería y se pueden utilizar exactamente igual que la acelga.
Ingredientes:
– 1 atado de acelga;
– 10 hojas de remolacha;
– 2 huevos;
– 1 diente de ajo;
– 100 gr. de harina leudante;
– queso rallado;
– sal;
– pimienta;
– mostaza;
– aceite para fritura;
Comenzar picando el ajo y cortando fino las hojas, bien limpias y secas. Por otro lado, batir el huevo lo máximo posible para aumentar la esponjosidad. Condimentar con sal, pimienta y una cucharada de mostaza. Mientras se continúa batiendo, agregar la leche. Sumar a la mezcla las hojas picadas y el ajo, y remover para incorporar todo. Agregar la harina tamizada y mezclar. Mientras tanto, calentar abundante aceite. El último paso es agarrar porciones de la mezcla con una cuchara y colocarlas dentro del aceite caliente. Freír durante 5 minutos y retirar, colocándolos sobre un papel absorbente.
Buñuelos de acelga al horno
Lavar y picar bien fino la verdura. En un recipiente aparte, colocar los huevos, el queso rallado y la harina leudante (si es tamizada, mejor). Mezclar hasta integrar todo. Condimentar con una pizca de sal, pimienta y 1 cucharada de mostaza. Sumar las hojas picadas en el mismo recipiente y mezclar. Con las manos bien limpias o con dos cucharas, agarrar porciones de la mezcla, formar bolitas e ir colocándolas en una fuente para horno, con un poco de aceite en la base. Llevar al horno precalentado a 200°. Cocinar y dar vuelta los buñuelos cada 5 minutos. Cuando estén doraditos por fuera, ya estarán listos.