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La crisis del fútbol en la Liga Profesional

NACIONALES. El último martes, Barracas Central enfrentó a Patronato. Por fallos del árbitro y también del VAR, el cotejo terminó siendo un escándalo.

Por una nueva fecha de la Liga Profesional, Barracas Central enfrentó a Patronato en la cancha de All Boys de Buenos Aires. El encuentro finalizó 2 a 1 a favor del “Guapo”, pero el accionar arbitral influyó en el resultado y provocó que el duelo concluyera en un escándalo, protagonizado por los jueces, algunos policías y los futbolistas del Rojinegro.

Todo comenzó cuando, a los 22 minutos del primer tiempo, el conjunto de Paraná abrió el marcador. Sin embargo, el VAR anuló el tanto por offside, resolución correcta debido a la posición fuera de juego de un hombre del “Patrón”.

Más tarde, el referí Jorge Baliño le mostró la tarjeta roja a Nicolás Castro, quien dejó al elenco mesopotámico con un hombre menos que su rival.

En el complemento, Barracas Central fue superior a Patronato y abrió el marcador. Sin embargo, el cuadro dirigido por Facundo Sava respondió rápidamente y estableció la igualdad transitoria.

Cuando el encuentro estaba próximo a expirar, Raúl Lozano hizo un golazo para el “Patrón”. No obstante, Diego Abal, el encargado del VAR, volvió a llamar a Baliño para que revisara la maniobra previa a la anotación, en la que “se podía ver penal”, aunque en ninguna de las imágenes se visualizaba verdaderamente la infracción. De todos modos, el juez principal sancionó la pena máxima a favor del elenco anfitrión y Pablo Mouche la ejecutó, pero la falló.

Cuando el “Guapo” y Patronato disputaban los minutos culminantes, Sebastián Rincón marcó el 2 a 1 a favor del Albirrojo.

Una vez terminado el partido, Sava, el entrenador rojinegro, fue a reclamarle al cuerpo arbitral debido a las determinaciones que había adoptado. Incluso dijo: “Me dan ganas de llorar, ir a mi casa y no dirigir nunca más en mi vida”.

La historia no terminó allí. Porque los jugadores del cuadro entrerriano iniciaron una pelea contra algunos uniformados (estos adujeron que habían sido agredidos), por lo cual cuatro futbolistas y un colaborador rojinegros debieron pasar la noche en una de las comisarías cercanas al estadio de All Boys.

En un fútbol que está manchado por los momentos que evidencian las crisis en Independiente y San Lorenzo de Almagro, este episodio demuestra que salir a jugar contra algunos clubes es tener marcado el camino desde el principio.

Finalmente, los jugadores del “Patrón” no prestaron declaraciones y pudieron retornar a Paraná con sus familiares y compañeros.