Dictaron la conciliación obligatoria en el conflicto de planta láctea de Arenaza
RECLAMO. Hasta el momento no se dio respuesta a los reclamos por derechos laborales vulnerados. Continuarán las negociaciones para que la firma reconozca los pedidos.
El ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto que paralizó las plantas de producción láctea de Arenaza, Suipacha y Córdoba. De todos modos, no hubo respuestas concretas a los reclamos sobre los derechos laborales que llevaron a los empleados a iniciar la medida de fuerza.
Cabe recordar que el conflicto se inició el martes en establecimientos de Suipacha y Arenaza en la Provincia de Buenos Aires, de Córdoba Capital, en la Provincia de Córdoba.
“La planta está a cargo de un grupo económico que es Lácteos Cono Sur que es el mismo que administra La Suipachense. Hubo discusiones sobre condiciones laborales a la baja; sobre el ataque a algunos trabajadores con tareas diferenciadas por tener limitaciones de salud; reducción de las vacaciones de forma arbitraria y quita de vacaciones a los trabajadores dispensados por la situación sanitaria de Covid-19; tampoco están aportando normalmente a la obra social lo cual debilita las prestaciones de salud”, había señalado el referente de los trabajadores de Arenaza, Luciano Asad.
Ante esta situación y sin soluciones a la vista se inició la medida que paralizó por completo las plantas de producción. Sin embargo, en las últimas horas se dictó la conciliación obligatoria y “el ministerio de Trabajo obliga a ARSA Arenaza a restablecer el puesto de trabajo del compañero despedido. Por ahora el conflicto sigue en el marco de la conciliación, seguirá en un marco de negociación para conseguir los objetivos. Los trabajadores tienen una conciencia de lucha y unidad”, destacó Asad.
RECLAMOS. El paro obedece a cuestiones esenciales, como falta de pago de haberes, falta de pago de aguinaldos, falta de otorgamiento de vacaciones, contratos de trabajo eventuales en fraude a la ley laboral, falta de entrega de ropa de trabajo, incumplimiento absoluto de elementales normas de seguridad e higiene del trabajo, maltrato laboral, desconocimiento de delegados electos, obstaculización de la actividad gremial, sanciones disciplinarias arbitrarias sin oportunidad que el trabajador sea escuchado, retraso en el pago de las pautas salariales convencionales, no pagar a trabajadores de la actividad láctea los salarios que corresponden a la convención colectiva aplicable, ambiente edilicio de trabajo en condiciones ruinosas, derivación de elaboración de productos a otras empresas habiendo capacidad de elaboración propia y varias otras más que podríamos enumerar.
Tampoco se realizan los aportes correspondientes a la obra social y a la caja de jubilaciones.
Todos estos reclamos no tuvieron una solución por lo cual los trabajadores acatarán la conciliación obligatoria, pero insistirán en una respuesta concreta.
Al cierre de esta edición era inminente la puesta en marcha de la planta de Arenaza.