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Salvador Serenal: “El chorro y el corrupto creen que todos son de la misma condición”

ENTREVISTA. En una charla mano a mano con La Posta, el intendente de Lincoln habló de todo. Disparó contra quienes lo habían criticado por su internación por COVID-19. También se refirió al armado de listas y a la posibilidad de la presencia de una fuerza vecinalista.

Luego de su internación por haber padecido COVID-19, el intendente de Lincoln se reintegró al trabajo presencial. En ese marco le ofreció una entrevista mano a mano a La Posta en la que habló de los temas más polémicos de todo este tiempo y de la actualidad política.

– ¿Cómo está de salud?

– Recuperándome, después de haber tenido COVID-19 y de haber pasado por una situación muy complicada. Lo describo para que la gente entienda lo que viví, algo que no le deseo a nadie. Cuando uno llega a un estado crítico, es como un infierno, porque uno pierde el control de sí mismo, de la respiración. Le falta el aire, tiene fiebre alta, la frecuencia muy alta… Pero, más allá de eso, hoy lo puedo contar y estoy acá. De a poco, porque a la capacidad de los pulmones le cuesta volver a la normalidad. Estoy con tratamiento, con estudios cardiológicos. Pero acá estoy, y les agradezco a todos, a los medios y al pueblo de Lincoln en general, que han mandado mensajes acompañando y oraciones. Siempre me han dado fuerza. Y, aunque hubo días en los que no tuve conocimiento de nada, parece que esa energía llega. Y, cuando uno lo lee, le llena el alma.

– ¿Qué tan grave estuvo en el peor momento?

– El 6 de junio me hisoparon y salió resultado positivo. Ahí se me ‘trabó la cabeza’ pensando en mi viejo. Falleció nuestro padre y tenemos la mala suerte de que, en cinco meses, el COVID-19 se llevó a dos tíos más (los dos, con una vacuna, y ambos fallecieron). Entonces se me había puesto que iba a terminar como mi viejo. De todos modos, hasta el noveno día estuve bien. Me habían hecho una tomografía. Después me hicieron otra. Había salido con muy poquito de neumonía bilateral, pero saturaba 97. Saturaba bien. Con el teléfono, más allá de la fiebre y del estado, seguía trabajando con los secretarios y los directores. Pero, a partir del domingo 13 de junio, empecé a desaturar. Estuve el lunes y el martes en una situación complicada, llegué a tener setenta y pico (sic) de saturación. El martes por la madrugada me descompuse. Transpiraba con mucha fiebre. Y esa tarde-noche decidieron, por los estudios, en los que me habían salido los índices inflamatorios muy altos, decidieron internarme. Estuve cuatro o cinco días muy jodido. Es una lotería, porque se hace en todos lados el mismo tratamiento. Y, si uno sigue inflamando, termina con un respirador o se mantiene y de un momento a otro comienza a saturar mejor. Por suerte, me pasó eso. Pero estuve muy delicado. Y, ahora, con algunas secuelas, que de a poco se están yendo.

– ¿Cómo se enteró de que se había generado tanta controversia por el traslado del respirador?

– Yo me interné por decisión de mi familia el martes por la noche. Yo quería ir al hospital, pero mi familia consideró que, emocionalmente, iba a estar mejor en otro lado y no en el hospital, por todo lo que había pasado con mi papá. Yo había estado los diez días con él, y lo atendieron de diez. Y yo elijo el hospital, porque el tratamiento es el mismo. Pero, en lo emocional, hasta el día de hoy paso por el hospital y siento angustia. Mi madre, mis hermanos y mis hijos decidieron ir a Junín. Estuve allá cuatro o cinco días muy jodido. Y, recién el domingo, el Día del Padre (por el 20 de junio), me dieron un teléfono, porque quería mirar las publicaciones de mis hijos por ese día. Ahí vi unas publicaciones de mi hermano y dije: ‘Algo pasó acá’. No me querían contar. De a poco me fueron contando y me enteré de todo. En lo personal, no me afecta. Al contrario; me fortalece. Pero sí pensé en mi vieja, en mis hijos y en la memoria de mi viejo. Ensuciar de esa manera, con esa bajeza, con ese odio, con ese resentimiento, con esa falta de amor por la vida, porque acá es la vida o la muerte… Si yo hubiese sido oposición, hubiese actuado como lo hice en otro momento. Hay gente que lo sabe. Siempre priorizo la salud y la vida, y me hubiese puesto a disposición del Ejecutivo, de la familia. Y más cuando hay médico. No haber actuado con esa bajeza… Creo que son pobres de alma, pobres intelectualmente. Pero los perdono, porque no sabían lo que estaban haciendo. Jesús dijo en la Biblia: ‘Ama a tus enemigos y reza por tus amigos”. Les solicito a las familias, a los padres, a los hijos, a las esposas de esas personas que traten de brindarles amor, porque se deben ver mal ellos. Ven en mí a un ‘chivo expiatorio’, me tratan de corrupto y de chorro. Y el chorro y el corrupto creen que todos somos de la misma condición. Me dolió mucho, porque todos somos linqueños. Detrás hay un médico que dejó de lado la parte humana, dejó de lado la ética, dejó de lado la jura que ha hecho, sólo por buscar un rédito político. Eso me duele mucho. Pero no voy a dejar pasar que, cuando salga a la luz todo lo de la denuncia que hicieron (algo que me encanta que hayan hecho, porque, si no, me iba a presentar yo en la Justicia), para que se aclare, no me va a temblar la mano en ir contra todos ellos, por el daño que les hicieron a mi vieja, a mis hijos, a Lincoln… Porque lo ensuciaron de manera falaz en todo el país, a través de los medios nacionales. También voy a ir contra algunos de ellos. Y, principalmente, por la memoria de mi viejo.

– Más allá de todo lo que se generó con la oposición, en lo personal, ¿considera que estuvo bien llevarse el respirador?

– Yo no sabía que llevaba un respirador, pero lo que sí digo es que es común. Como decidieron llevar el respirador, en la denuncia me tendrían que condenar por haber mandado a la ambulancia a alguna clínica con algún bebé que tiene obra social, y no llegaba la ambulancia de la obra social. Y, en esas horas de la vida y la muerte, me tendrían que condenar por haber mandado la ambulancia a varias clínicas para esos papás que necesitaban. O a personas que, teniendo obra social, se han derivado a La Plata o Buenos Aires, porque era cuestión de vida o muerte. En pandemia (y sin pandemia), la salud es primordial. No dejaban sin respiradores a Lincoln, y a eso bien lo saben estos profesionales. Porque, desde la Región Sanitaria III, le han prestado respiradores a la clínica en la que estuve internado. Cuando trasladamos con traumatismo de cráneo a personas, lo hacemos con todo el equipamiento. Es normal. Cualquier vecino linqueño que ha pasado por esa situación lo sabe.

– ¿En ningún momento se cuestionó haber llevado el respirador, después de la polémica que se generó?

– Pero es algo común que hacemos. El ‘despiole’ o el circo se arma por la bajeza de la oposición. Es entendible.

– Pero a nadie habían mudado desde su casa, por una decisión familiar, que termina siendo una decisión personal, directamente a una clínica fuera de Lincoln con equipamiento del hospital, como lo es un respirador.

– ¿Quién dijo que no hemos trasladado?

– ¿Con respirador?

– ¡Miles! Puedo dar pruebas. ¿A cuántas personas atendemos en su casa y, desde ahí, las llevamos a La Plata, a Junín o a Buenos Aires? Con la ambulancia municipal, es una cuestión de vida o muerte. Lo más importante es la vida. Y tengo pruebas. Se las voy a llevar al juez. Es la vida o la muerte; es inentendible. Es lo más bajo creer que llevar un respirador, cuando había nueve respiradores y yo ni sabía que habíamos llevado uno (sic)… Llevamos cosas comúnmente. Hay bebés a los que llevamos con toda la aparatología de neonatología a hospitales y clínicas. Y a eso, quizás, la gente no lo sabe. Pero sí lo sabe el profesional que actuó de mala fe. Pero ese profesional deja mucho que desear. No es digno decirle que es médico, porque, aparte de no tener ética, no amar a la vida y no luchar por la vida, es una mala persona. Él mismo dijo en un canal que era común hacer esto. Entonces, que diga la verdad… Yo puedo decir, con nombre y apellido, en estos cinco años, a todas las familias a las que nos pusimos a disposición. Incluso, familias con apellido. Y a esto lo digo: que estuvieron con el ex intendente. Me he presentado en el hospital y los he acompañado y he seguido el tratamiento.

– ¿No debería haber pedido licencia?

– Eso puede ser. Uno puede faltar hasta cinco días hábiles sin pedir licencia. Yo, durante los primeros nueve días, estuve trabajando. Hoy en día, todo el mundo se maneja a través del teléfono, toma decisiones y todo. Realmente, ‘jodido, jodido’, estuve cuatro o cinco días, y lo puedo comprobar. Pero el domingo y el lunes, cuando ya empecé a estar mejor, seguí tomando las decisiones. Ya pude tomar decisiones. Los ministros que han venido de esta gestión estaban conmigo y firmaban, a través del celular, con firma virtual. Hoy, el mundo se maneja así. Ahora, si uno se va ‘de joda’, como se ha ido el ex intendente (y nadie cuestionó ni yo lo cuestioné)… Se ha ido fuera del país y no pidió licencia.

– ¿Qué opinión le merecen las declaraciones del jefe de Gabinete, Ramón Parera, quien acusó a funcionarios nacionales y provinciales de “haberse robado vacunas”?

– Ya se comprobó; está comprobado en la Justicia. Ya encontraron más de 70 vacunas que hay que acreditar. No lo decimos nosotros. Hoy, la justicia penal determinó que faltan más de 300 vacunas.

– ¿Funcionarios nacionales y provinciales?

– Sí. Ya lo dictaminó la Justicia. Se robaron vacunas. Salió en todos lados.

– ¿Quién va a encabezar la lista de candidatos a concejales? Porque falta muy poco tiempo…

– Antes de enfermarme me reuní, dentro del espacio de ‘Cambiemos’, con la mesa local, a la que le ha dado la venia, a nivel nacional y provincial, del PRO. La semana que viene nos volveremos a encontrar para tratar de hacer una lista de unidad. Y, si no, iremos a las Paso, como es probable que también suceda en la provincia. Yo estoy con un candidato por el que estoy orgulloso de que haya aceptado ingresar a la política, que es Facundo Manes. Y, del otro lado, hay buenos candidatos, también. Y, si no hay acuerdo, van a ir a las Paso.

– ¿Cómo ve que el radicalismo, siendo un partido de 130 años, con intendentes, ex funcionarios nacionales y provinciales y legisladores, y habiendo tanta gente con gestión y experiencia, vaya a buscar a un profesional prestigioso y mediático para ser su principal candidato a diputado?

– Antes de ser un profesional mediático y muy reconocido, es afiliado radical desde 1983. Facundo es humilde y sencillo. Llega a la gente, tiene mucho conocimiento y planificación. Estudió una forma de cómo salir de todo esto (algo que no es de un día para el otro) y viene trabajando silenciosamente en los equipos del radicalismo, a través de Ernesto Sanz. No es que apareció una figura mediática ahora. Es mediática por el prestigio que sabemos que tiene. Y es una persona que no sólo llega al radicalismo. Llega a todos los sectores… A gente descontenta e independiente, a personas de otros colores políticos. ¡Bienvenida sea la renovación! Pero no sólo por Facundo Manes. Yo quisiera que la gente común se integre en política.

– Al primer candidato a concejal no me lo va a decir…

– No lo tengo, soy sincero. Soy muy respetuoso con el otro grupo de trabajo. Es obvio que va a salir del oficialismo. Puede ser del Ejecutivo, puede ser gente de afuera, pero no lo tengo.

– ¿Lo puede perjudicar una propuesta vecinalista como la que hoy se está proponiendo con referencia del bloque de concejales PRO-“Cambiemos”?

– Son tres personas. Están “Coco” (Santimaría) Fabiana Nardi y Alejandro Sarobe. Todas las personas que estaban con ellos están en la mesa del PRO. Ellos son de Monzó. No es vecinalista. Y Monzó está jugando dentro de “Cambiemos”. De hecho, tengo diálogo con él. Y, si se puede hacer una lista de unidad, bienvenida. Si no, se irá a interna. Y, si no, pueden ir por el lado vecinalista. En democracia, es importante que haya un abanico. No hay que tenerle miedo. Vengo de interna tras interna para llegar a ser Gobierno y fui uno de los únicos intendentes que se plantaron para que abrieran la interna en Lincoln. Y, gracias a mi postura, dejaron participar a Gerardo González y a Ricardo Santimaría.

– ¿Pero es consciente de que una lista de ese sector, que apunta a un votante similar al que puede acompañar a “Cambiemos”, puede restarle votos?

– Es hipotético. Siempre digo que nadie es dueño de los votos. Ni en las mejores elecciones que hemos tenido fuimos dueños de los votos. Es la sociedad la dueña de los votos. Y, ante un abanico de candidatos, puede que sí o puede que no. En el 2019, cuando ganamos las internas pero Siri sacó más votos, los números daban que él hubiese ganado la elección, pero no fue así. Los votos fluyen. La decisión es de la gente y va a un lado o al otro, y eso es lo importante. No hay ningún temor. Me llevo bien con “Coco” y con todos. No tengo ningún problema.

– ¿Cómo encontró a la Municipalidad después de casi un mes?

– Bien. Quiero resaltar que, más que un equipo de trabajo, hay una familia trabajando con cada uno de los secretarios. Y han estado a la altura de las circunstancias. Ramón (Parera) -con la jefatura de Gabinete-, todos los secretarios, los directores y los delegados han seguido trabajando como corresponde, más allá de esos cinco días durante los cuales estuve mal. No tuvieron contacto conmigo. Estuvieron trabajando muy bien y yo se los agradezco profundamente.